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Contabilización de las amortizaciones

Contabilización de las amortizaciones

Al final de los ejercicios contables hay que realizar una operación concreta denominada proceso de amortización. La amortización es la contabilización de la disminución o pérdida de valor que experimenta un activo en relación al coste originario.

Recordemos para completar este espacio que un Activo fijo o también llamado bien Inmovilizado son aquellos bienes que posee la empresa, sean materiales o inmateriales y de los que se pretende hacer un uso durante un tiempo determinado, sufriendo estos un desgaste o depreciación. Pero además de esto, hay que contar con otros conceptos también sumamente importantes como el valor de adquisición, el valor residual, el valor amortizable y el valor contable.

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El valor de adquisición es el precio compra y los gastos directos que de ella se deriven, está formado por el Precio de factura del proveedor, los Portes y seguros de transporte, las Aduanas y los Gastos de instalación y montaje.

El valor residual es aquel que se calcula después de la vida útil del elemento activo en cuestión. Lo que vendrían a darnos si nos quisiéramos deshacer de él.

Por su parte el valor amortizable resulta de la diferencia entre el valor de adquisición y el valor residual. Es a través de este, mediante el que se calculan las amortizaciones.

Y por último, el valor contable es la diferencia que existe entre los valores de la propia adquisición y las amortizaciones que se han practicado.

El gran problema de estos cálculos es que es sumamente difícil calcular de manera fiable en cuánto se traduce el desgaste de una máquina, de un mueble etc, con lo cual, calcular las amortizaciones es verdaderamente difícil.  En este momento la opción más fiable es la de tasar los bienes que pueden sujetarse a amortización, así la amortización resultaría igual a la diferencia de valor entre dos tasaciones consecutivas.

Sin embargo este proceso es costoso ya que crea gastos derivados de los peritajes, por lo que es poco usada, a pesar de ser muy fiable. El método que más se utiliza es el de amortizar cada año un porcentaje fijo que se obtiene de calcular el valor amortizable del elemento en cuestión.

Así, se halla el porcentaje de amortización anual dividiendo 100 entre el número de años que puede durar el objeto, es decir con los años de previsión de funcionamiento.

Así, si una herramienta necesaria para nuestro trabajo ha costado 3000€ y se le estima una vida útil de 20 años, anualmente se le aplicará una amortización de 100/20 = 5%. Es decir 3.000 x 5% = 150€.

También se puede calcular la cantidad de amortización anual dividiendo el valor amortizable del bien, entre los años. Esta práctica es idónea cuando el tanto por ciento de la amortización no es exacto. Por ejemplo. 3000 / 20 = 150€. Así, por ejemplo, si el bien se compró a finales de año y solo pudiéramos amortizar 3 meses, podríamos calcular la cantidad de la siguiente manera: (150 / 12) x 3 = 37,5€.

Luego, para poder contabilizar estas amortizaciones que hemos hecho, se pueden realizar dos cálculos, el método que se conoce como directo y el conocido como indirecto. El método directo , también llamado de cuenta única, es en el que se carga la cuenta de “amortización del inmovilizado material”, y así se recoge la pérdida sufrida. Nos encontraremos de esta manera en el Haber, la cuenta del inmovilizado en la que se ha producido la depreciación. Las cuentas que corresponden al inmovilizado irán disminuyendo con las diferentes amortizaciones.

Así, por otro lado, nos encontraremos con que la cuenta Amortización del inmovilizado material traspasará su saldo cuando acabe el ejercicio a la cuenta denominada Pérdidas y Ganancias.

También puede ser interesante para la empresa conocer de forma separada el valor de sus bienes y el total de lo que ha amortizado, con el método anterior no se puede obtener esta información, pero sí con el método indirecto o de cuenta doble. Con esta opción se paga una cuenta intermedia que se llama “Amortización acumulada del inmovilizado material”.

Es bueno darse cuenta de que las amortizaciones, en este caso, no se deducen directamente en las cuentas de los diversos elementos del inmovilizado, se albergan en la cuenta denominada Amortización acumulada del inmovilizado material.

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