Es importante conocer cómo actuar ante una inspección de trabajo, así como la documentación que puede ser solicitada y cómo proceder para reclamar una hipotética sanción.
Los inspectores de trabajo pueden presentarse tanto ante las empresas como ante los autónomos. Además, es muy importante saber que estas visitas no tienen porqué ser puestas en conocimiento de la persona objetivo, es más, lo común es que se realicen por sorpresa.
Cabe remarcar que, como norma general, estas auditorías son rutinarias o por orden judicial, no obstante, cabe la posibilidad de que la misma venga precedida por la denuncia de una tercera persona, la cual pone en conocimiento del organismo que nos ocupa lo que él interpreta como una irregularidad en la gestión del examinado.
¿Qué es una inspección de trabajo?
Es un proceso llevado a cabo por un organismo público y cuya finalidad es garantizar que se están cumpliendo las normas en materia de salud, seguridad e higiene laboral. Precisamente por ello, pueden recibir la visita de los inspectores tanto los empresarios como los autónomos que tengan empleados a su cargo, ya sea de oficio o a instancia de un tercero, como veíamos antes.
¿Cómo actuar ante una inspección de trabajo?
Ante una inesperada supervisión el mejor consejo es no ponerse nervioso y colaborar en todo momento con la inspección laboral. Algo que se debe tener muy presente es que nunca se debe impedir la entrada a este funcionario o grupo de ellos, pues son una autoridad y ante tu negativa podría haber repercusiones legales en forma de sanciones de entre 6.251€ y 187.515€ , e incluso podrían optar por entrar a la fuerza en colaboración con las fuerzas de seguridad, con lo que ello conlleva.
Si el lugar de trabajo es el domicilio privado del empleador, en ese caso sólo será posible el acceso del inspector si lo permite el titular del inmueble o si al funcionario le ampara una orden judicial.
La mejor actitud ante un proceso de este tipo es mostrarse colaborativo en todo momento y facilitarle al inspector toda la documentación que necesite para hacer su trabajo.
La documentación que se puede requerir es toda aquella que tenga relación con los trabajadores y con la propia empresa. Ejemplos son los justificantes de pago de los salarios, partes de altas y bajas de los empleados, acreditativos conforme se está inscrito y se paga a la Seguridad Social, contratos de trabajo oficialmente inscritos, documentación relativa a la prevención de los riesgos laborales, escrituras societarias, acreditación IAE, etc.
Además de facilitar el acceso del inspector a las instalaciones y la supervisión de los documentos, el empleador debe facilitarle la identificación de sus empleados, ya que en caso de negarse puede ser sancionado.
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¿Qué ocurre con los trabajadores durante el procedimiento de inspección?
El inspector debe corroborar que los datos que ve en los documentos son ciertos, y para ello suele consultar directamente con los empleados. Lo más común es que sean interrogados sobre cuestiones como cuál es su jornada laboral, cuánto tiempo llevan trabajando en la empresa o cuáles son las tareas que tienen asignadas.
Los trabajadores tienen que responder a las preguntas y hacerlo además con sinceridad, de ahí que se les pueda entrevistar por separado y en un lugar en el que el empleador no pueda escuchar lo que dicen.
¿Y si se detecta una infracción laboral?
En el caso de que se levante un acta por infracción, se notificará mediante correo certificado en un plazo no superior a 10 días hábiles desde la firma del acta. La notificación calificará la infracción o infracciones en leves, graves o muy graves de conformidad con la normativa vigente e incluirá la propuesta de sanción.
Si fuera el caso, los pasos que deben seguirse son los siguientes: comprobar todos los datos que se muestran en la notificación, leer muy bien lo que dice y asegurarse de su contenido y, si se opta por la reclamación, aportar pruebas de lo que se está alegando será muy beneficioso.
Si finalmente no queda otra opción que proceder a petición resolutoria a nuestro favor, a partir de la recepción de la notificación se cuenta con 15 días hábiles para presentar todas aquellas alegaciones que se crean convenientes en pos de reclamación. Además, hay que recordar que se tiene derecho a solicitar la vista completa del expediente sancionador.
¿Se puede evitar una inspección de trabajo?
Muchas de las inspecciones de trabajo que se llevan a cabo se realizan porque existe una denuncia previa que puede haber sido interpuesta por un trabajador, un ex empleado o un tercero ajeno a la empresa.
Las denuncias son totalmente anónimas, por lo que el empleador nunca va a saber realmente si la inspección se está produciendo por una denuncia o si se le ha elegido de forma aleatoria dentro del procedimiento de control gubernamental.
Dado que las denuncias son causantes de muchas inspecciones, lo mejor que puede hacer alguien con empleados a su cargo es asegurarse de que cumple escrupulosamente con todas las medidas para proteger la seguridad y la salud de sus trabajadores, así como de que cumple toda la normativa en materia laboral. Esto reduce mucho el riesgo de que haya una denuncia y que a raíz de ella se produzca una inspección.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que muchas inspecciones se realizan de forma aleatoria. Se elige una empresa o a un autónomo sin que existan indicios de que algo vaya mal en su negocio. Este tipo de inspecciones no son evitables, porque son más bien una cuestión de azar. Pero si todo es correcto, pasar por este procedimiento no tiene que acabar convirtiéndose en un problema.
