El mecanismo de Segunda Oportunidad se puede utilizar para conseguir un nuevo acuerdo de pago o incluso la exoneración total tanto de deudas privadas como de deudas públicas. De ahí que algunos hagan referencia a esta legislación como la Ley de liquidación y perdón de deudas.
Lo importante en todo caso es que la deuda pendiente, o la suma de todas las deudas pendientes de abono, no supere en ningún caso los 5 millones de euros.
Dado que se trata de un procedimiento de auxilio a particulares y autónomos, lo más común es que las deudas que ocasionan problemas de pago sean las siguientes.
Préstamos personales
El préstamo personal es una de las principales formas de financiación. A veces se recurre a él por existir una verdadera necesidad de obtener liquidez, por ejemplo para montar un negocio, y otras por mero capricho, por ejemplo para pagar un viaje.
Sea cual sea el motivo por el que se pidió en su día el dinero, puede ocurrir que llegado un determinado momento el prestatario no pueda seguir pagándolo. En este caso la deuda sigue creciendo, porque al principal y a los intereses hay que sumar ahora los intereses de demora. Esto puede hacer que una deuda que empezó siendo pequeña acabe teniendo importantes dimensiones.
Microcréditos y tarjetas de crédito
Cuando la cantidad de financiación que se necesita no es muy alta, son muchas las personas que prefieren dejar de lado la negociación y los costes asociados a un préstamo personal y optar por obtener el dinero a crédito a través de una tarjeta o de otras fórmulas como los microcréditos o los créditos rápidos.
El inconveniente de estos productos es que los intereses que se aplican suelen ser notablemente más altos que los de un préstamo personal y, además, los intereses de demora pueden llegar a ser muy elevados. Hasta el punto en que en algunos casos los tribunales han hablado de usura en estos tipos de financiación.
Hipotecas
El préstamo hipotecario es la principal deuda que asume un particular a lo largo de su vida. Generalmente implica asumir un volumen de deuda grande, con intereses que pueden ser fijos o variables y con un plazo de amortización de hasta varias décadas.
Esto supone que a lo largo de la vida del préstamo hipotecario el deudor puede pasar por muchas situaciones, incluyendo aquella en la que ya no le sea posible pagar. En estos casos el banco recurre a la ejecución hipotecaria. A consecuencia de ello el deudor se queda sin vivienda y además sigue debiendo dinero. El mecanismo de Segunda Oportunidad permite liquidar esa deuda que ha quedado pendiente y así el afectado puede por fin empezar desde cero.
Ley de Segunda Oportunidad, deudas Seguridad Social y Hacienda
La relación entre Hacienda y Seguridad Social y la Ley de Segunda Oportunidad ha sido compleja. En su origen la norma determinaba expresamente que las deudas públicas con Hacienda y la Seguridad Social no podían ser objeto de extinción a través del procedimiento que ella misma establecía. Sin embargo, la jurisprudencia del Tribunal Supremo ha llevado a una modificación de criterio.
Ahora el deudor puede quedar exonerado de pagar hasta el 70% de los créditos públicos contraídos con la Seguridad Social o con Hacienda. En cuanto a la deuda restante, el juez puede limitar y cuantificar el fraccionamiento de los pagos.