Para muchas personas la relación entre comercio online y comercio tradicional es de mera competencia, pero cada vez son más los visionarios que se dan cuenta de que ambas formas de vender pueden ser, no solo compatibles, sino complementarias.
Una tienda física puede digitalizarse, a la vez que muchas tiendas que comenzaron su andadura en la Red han acabado abriendo establecimientos físicos. Todo ello con el objetivo de que el cliente pueda encontrar lo que necesita en cualquier momento y lugar.
Tanto en tiendas físicas como en tiendas online todavía queda mucho espacio para la innovación y para mejorar la competitividad. Vamos a ver ocho ejemplos de cambios que se pueden aplicar para mejorar la experiencia del cliente y aumentar el volumen de ventas.
Darle al cliente lo que quiere (antes de que sepa lo que quiere)
Cada vez es más frecuente que tiendas (online y offline) recojan datos estadísticos sobre sus ventas. Esto es algo que hoy en día puede automatizarse fácilmente gracias al software, y que permite obtener datos muy útiles sobre cambios en los gustos de los consumidores y posibles nuevas tendencias.
Así, el comercio lo tiene mucho más fácil a la hora de saber qué ofrecerle a su público potencial.
Localización inteligente
Tanto si navegamos por una web como si estamos en una tienda, no poder encontrar lo que buscamos puede ser un gran problema para ese establecimiento, puesto que es bastante factible que nos cansemos y vayamos a otro lugar en busca de lo que queremos.
Con los sistemas de localización inteligente este problema queda solucionado, haciendo que al cliente le resulte mucho más fácil encontrar lo que necesita.
Patrones (Big Data)
El análisis de datos ha ganado una gran importancia en los últimos años. Hasta el punto de que en muchos sectores ya no es una opción, sino prácticamente una obligación si no se quiere perder ventaja competitiva.
Esto está muy relacionado con las estadísticas a las que hacíamos referencia antes. Cuanto más datos se tengan y se analicen, mejor se puede entender el comportamiento del consumidor. Así podemos saber qué ofrecerle en cada momento, pero también qué tipo de ofertas gustan más o qué perfil de cliente va a demandar cada producto.
Compra experiencial
El proceso de compra ya no se limita a que el cliente entra en la tienda, ve lo que le gusta, pasa por caja y se lo lleva. Un comercio innovador y digitalizado debe ser capaz de ofrecer una experiencia única.
Las alternativas son múltiples. Desde un probador digital en el que podemos ver cómo nos quedan las prendas sin necesidad de probárnoslas, a un asesor de imagen en la tienda, un desfile de moda o recomendaciones de productos que combinan con lo que vamos a comprar.
Gestión en la nube
Esto tiene especial importancia de cara al funcionamiento interno de la tienda. La digitalización de procesos permite que todos los datos importantes que deben conocer los responsables de la tienda estén disponibles online desde cualquier dispositivo y a cualquier hora.
Atención digital
Uno de los aspectos que más valora el cliente es la atención que recibe. En un entorno cada vez más digitalizado hay que procurar que esa atención sea buena cuando es en persona, pero también cuando es digital.
Los bots que se usan en las páginas web o las redes sociales son claves en la estrategia de atención digital al cliente, hasta el punto en que pueden ayudar a evitar posibles reclamaciones y crisis de reputación.
Aprovechar diversas plataformas de venta
El comercio online sigue creciendo y es importante no quedarse atrás. Un comercio que quiera vender más ya no puede limitarse únicamente a una tienda física y una tienda online, debe seguir expandiéndose.
Una buena alternativa son plataformas como Amazon o Ebay, en las que los empresarios pueden crear sus propias tiendas y hacer que sus productos lleguen todavía más lejos. Es cierto que esto tiene un coste asociado, pero en la mayoría de los casos los beneficios obtenidos compensan con mucho el gasto de más que hay que hacer.
Click & Collect
Cambian los tiempos y también las formas de comprar, por lo que los comercios deben ser capaces de adaptarse a esos cambios.
En una sociedad en la que el tiempo es oro, hay que darle facilidades a los clientes para que compren. Una de las últimas novedades en este sentido es el sistema Click & Collect, que permite al consumidor hacer su compra online y recoger después el pedido en un establecimiento físico.
Todo esto nos demuestra que las formas tradicionales de vender y las formas más digitales de hacerlo pueden convivir a la perfección. De hecho, la combinación perfecta entre ambas es la mejor forma de satisfacer al nuevo perfil de cliente. Por ello, incluso en el pequeño comercio más tradicional no debemos tenerle miedo a las nuevas tecnologías. Apostando por la digitalización se pueden conseguir beneficios a muchos niveles.