La compra o la venta de un negocio puede ser la opción más rentable, tanto para el comprador como para el vendedor.
Ventajas para el comprador
La compra de una empresa puede suponer emprender una actividad empresarial sin pasar por los periodos e incertidumbres propios de la constitución e implantación de un negocio.
O, sí ya se posee una empresa, también se puede comprar un negocio para:
Reducir costes estructurales (mediante la compra de empresas de proveedores, clientes o de distribución).
Aumentar el patrimonio.
Reforzar la cuota de mercado (si adquiere una empresa competidora adquiere también su cartera de clientes).
Diversificar la actividad al introducir nuevos productos y/o tecnología, con la reducción de costes de organización y de implantación en el mercado que eso implica.
Ventajas para el vendedor
Vender una empresas puede suponer para el vendedor:
La recuperación de la inversión y el aumento de liquidez mediante la liberación del patrimonio comprometido con la empresa
Rentabilidad ante situaciones de falta de medios financieros o incapacidad técnica u organizativa para continuar con la actividad
Tranquilidad en situaciones conflictivas derivadas de la sucesión familiar del negocio o la relación empresa-familia.