Las preguntas más habituales que se hace un emprendedor/a que a la hora de poner en marcha una idea de negocio suelen ser:
¿Cuánto dinero necesito para poner en marcha la empresa?
¿De dónde voy a obtenerlo?
¿Las ventas que he estimado cubrirán todos mis gastos?
¿Cuántos beneficios voy a obtener?
¿Cómo reflejo mi actividad?
¿Cómo analizo mi gestión?
Para responder a estas preguntas ha de realizar un resumen económico del proyecto que debe incluir tres grandes apartados:
Plan de inversión y de financiación.
La cuenta de resultados (pérdidas y ganancias), el plan de tesorería y el balance de situación previsional.
El Análisis económico-financiero de la viabilidad del proyecto.
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Plan de inversión
El Plan de Inversión lo constituye el listado de las inversiones necesarias previas a la puesta en marcha de la empresa. Primordialmente, serán el local e instalaciones, la maquinaria, el mobiliario, equipos informáticos, etc.
Plan de financiación
El Plan de Financiación será, a su vez, un listado detallado de los recursos necesarios para hacer frente a las inversiones. Según su procedencia, reciben el nombre de Fondos Propios en el caso de las aportaciones de los socios o promotores y Fondos Ajenos en el caso de créditos, préstamos, leasing, aplazamiento de los proveedores de maquinaria,…
El Plan de Financiación incluye también los fondos provenientes de las subvenciones solicitadas, aunque es importante tener en cuenta el plazo estimado de cobro, a fin de prever la forma de financiar el desfase temporal desde el desembolso de las inversiones hasta el momento de cobro de las subvenciones.
La suma de sus importes debe coincidir con la suma de los importes recogidos en el Plan de Inversión.
Las empresas necesitan de la financiación para subsistir, y ésta debe de ser equilibrada. Es muy importante tener en cuenta que cuando se financia una inversión de una maquinaria que tiene una vida útil de 8 ó 10 años, no se ha de hacer con un préstamo a corto plazo porque asfixiaríamos financieramente a la empresa al obligarla a amortizar de forma acelerada la inversión.
Cuenta de resultados
La cuenta de resultados refleja el resultado económico de la empresa para un período determinado, generalmente un año. El resultado se calcula por la diferencia entre los ingresos y los gastos incurridos en ese periodo. Hay beneficio cuando los ingresos son mayores que los gastos, y pérdidas cuando los gastos superan a los ingresos obtenidos.
Es importante distinguir entre los conceptos de inversión y gasto:
Los ingresos procederán de las ventas, ingresos financieros, subvenciones, etc.
Los gastos estarán constituidos por el coste de los materiales consumidos, suministros, gastos de personal, impuestos, gastos financieros, amortizaciones, alquileres, gastos generales,…, así como los gastos de constitución y establecimiento.
Las inversiones permanecen en la empresa durante varios ejercicios, por lo cual sería injusto cargar la totalidad del coste de las mismas a un solo ejercicio (normalmente un año).
El Plan de Tesorería
El Plan de Tesorería indica, mediante diferencias de cobros y pagos, la liquidez de la empresa en cada momento, lo que nos puede ayudar a definir las necesidades de financiación a corto plazo de la empresa, en caso de saldos raquíticos o negativos. Es conveniente resaltar las diferencias que hay entre los conceptos de ingresos y cobros, así como entre gastos y pagos. Los primeros se reflejan en la Cuenta de Pérdidas y Ganancias y se refieren a las ventas y gastos realizados y comprometidos en un periodo de tiempo independientemente que se haya efectuado el cobro o pago, de hecho, en la práctica económica es muy habitual conceder aplazamientos a los clientes. Los cobros y pagos se refieren al desembolso o ingreso efectivo del dinero en caja o bancos. Ambos conceptos coincidirán sólo en el caso que todos los ingresos y gastos se realicen al contado.
Consideramos flujo de tesorería el resultado de comparar las corrientes de cobros y pagos de un determinado periodo de tiempo. Antes de finalizar cada año debe realizarse el presupuesto de tesorería del año próximo, que contendrá:
La previsión de la actividad normal y propia de la empresa.
La previsión relacionada con el plan de financiación y de inversiones.
El Plan de Tesorería se utiliza para:
Evitar que la liquidez no disminuya de un margen de seguridad establecido o incluso se haga negativa, dando lugar a déficit de tesorería en la empresa.
Evitar excesos de liquidez no beneficiosos para la empresa en situaciones de baja rentabilidad.
Balance de Situación Previsional
El balance es el documento contable que sirve para representar la situación del patrimonio de la empresa en un momento determinado y por ello se dice que es una fotografía de dicho patrimonio en un instante o fecha de referencia. Así pues, el balance de situación representa, desde una perspectiva estática, el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que corresponden a una titularidad jurídica (empresa) común y están aplicados a un fin económico determinado.
El Balance de Situación se divide en dos grandes partes:
Activo o Estructura Económica de la empresa: es lo que la empresa posee (terrenos, maquinaria, existencias, caja, etc.) y lo que le deben (clientes, deudores, etc.).
Pasivo o Estructura Financiera de la empresa: es lo que la empresa debe tanto a los socios o propietarios de la empresa (fondos propios: capital social, etc.) como a terceros (proveedores, acreedores, bancos, etc.).