La formación in company es la formación diseñada, planificada y desarrollada en el ámbito de la empresa para sus integrantes. Se caracteriza por responder a necesidades concretas de la organización y por buscar un aumento de la efectividad y productividad de los trabajadores en sus puestos de trabajo.
Aunque tradicionalmente este tipo de formación se identifica con las grandes empresas, cada vez son más los autónomos y pymes que la incorporan a su negocio para ser competitivos y estar de forma continua preparados para los nuevos retos. El tamaño reducido de las pymes disminuye el coste de la formación y la hace más flexible temporal y espacialmente.
Modalidades de formación
La Formación in company se realiza, normalmente, dentro de las instalaciones de la empresa e incluso en el mismo puesto de trabajo. Puede ser:
Presencial: basada en charlas, prácticas y actividades realizadas en lugares adecuados para ello (dentro de la empresa).
Semipresencial: Combinación de la anterior con actividades desarrolladas en el propio puesto de trabajo.
Online: se imparte a través del ordenador del puesto de trabajo, mediante una plataforma virtual. Es la más flexible porque no requiere un horario específico para su seguimiento.
Cuando la formación se realiza fuera de la empresa se denomina “outdoor training”.
Cuándo implantar la formación in company
La formación y el entrenamiento de los integrantes de la organización debe ser parte de la actividad normal de la empresa.
Para la implantación temporal de la formación se debe:
Detectar, permanentemente, las necesidades. La mera observación de las actividades y proyectos que realiza la competencia es una fuente de información importantísima.
Estudiar cómo responder a dichas carencias, qué formación requieren, quién la va a recibir y cuál es la manera más conveniente para realizarla.
Planificar a corto, medio y largo la plazo la actividad formativa.
Cómo realizar una formación in company efectiva
Para que la formación aumente la cualificación y el desempeño de las tareas de los integrantes de la organización, es decir, para que genere beneficios que amorticen el tiempo y los recursos invertidos, es necesario que cumpla los siguientes requisitos:
Ha de ser diseñada y planificada en función de los conocimientos que requieren las personas y no en función de los comportamientos que se desearía que tuvieran. Por lo tanto, ha der ser práctica y responder a necesidades reales.
Ha de tener en cuenta los conocimientos previos de los empleados, sus habilidades y actitudes. Un mismo proyecto formativo puede requerir varias fases de implantación. Un ejemplo: el aprendizaje de un programa informático específico para realizar folletos o catálogos publicitarios no es eficaz si la persona a la que va dirigida no tiene unos conocimiento previos informáticos, si el campo del marketing y la publicidad no le interesa o no está entre sus expectativas, o si su capacidad creativa es inferior a otras. Una vez seleccionados los candidatos, en función de sus habilidades y actitudes, el aprendizaje puede ser individual (on line), hasta unificar los conocimientos previos, y después semipresencial para hacer la actividad formativa (enseñar el programa) más dinámica y participativa.
Ha de utilizar ejemplos y casos reales de la empresa, es decir, ha de estar basada en la actividad cotidiana de la empresa, y mostrar resultados comparativos entre prácticas (un ejemplo: así lo resolvíamos hasta ahora y nos llevaba x tiempo; y así vamos a empezar a resolverlo y nos va a suponer x-1 de tiempo). Aprender a resolver de forma eficiente problemas diarios aumenta exponencialmente el nivel de interés y, por lo tanto, los resultados.
Ha de estar dirigida a toda la organización en su conjunto para evitar desequilibrios y carencias. Esto no significa que toda la empresa reciba la misma formación; significa que todos los departamentos y personas deben recibir formación (la que les corresponda) para ser competitivos, estar preparados para el cambio y no suponer un lastre para los que se mantienen actualizados.
Empresas dedicadas a la Formación in company
Para una pyme, o un autónomo que tenga personas contratadas, desarrollar la acción formativa de sus empleados o de sí mismo puede constituir una carga extra para la que no tiene tiempo. Pero no es un problema, porque en la actualidad existen numerosas empresas que ayudan al empresario a detectar las necesidades de su negocio y que se encargan de todo el proceso. Si necesita formación en su empresa, en Redautonomos le podemos ayudar..