La gestión del tiempo y los recursos es algo esencial en el mundo de los negocios, y mucho más cuando nos encontramos en un entorno que cambia rápidamente y en el que hay un alto nivel de incertidumbre.
Empresas, autónomos y trabajadores deben estar preparados para ajustar su forma de trabajar a las circunstancias de cada momento. Y son las metodologías ágiles las que pueden aportar esa necesaria flexibilidad.
¿Qué son las metodologías ágiles?
A finales de los años 70 del siglo pasado, las empresas fabricantes de software se dieron cuenta que la forma tradicional de trabajar no funcionaba para ellas, ya que hacía que el desarrollo de los programas informáticos fuera mucho más lento de lo que debería ser.
A partir de ese momento, empezaron a desarrollarse lo que hoy conocemos como metodologías ágiles, que son mucho más que una manera de trabajar, son una forma de gestionar el negocio.
Se trata de métodos que permiten adaptar la forma de trabajo a las condiciones propias de cada proyecto. Agilizando la respuesta gracias a la flexibilidad. El resultado es que se gana en productividad y el tiempo invertido en cada proyecto es mucho menor.
En 2001 se produjo una reunión con los CEO de las principales empresas de software del momento y se pusieron en común las mejores prácticas de cada empresa, dando lugar así al Manifiesto Agile. Este es un modelo de mejora continua que permite sacar el máximo partido posible de los recursos disponibles, a la vez que mejora la capacidad de trabajo de quienes están implicados en los proyectos.
Ventajas de las metodologías ágiles
- Inmediatez. El cliente puede visualizar cuál será el resultado final desde el comienzo del proyecto.
- Mayor implicación. De igual forma, puede controlar el proceso, acceder a él, e influir cuando sea necesario.
- Mayor compromiso del equipo. Los empleados están mucho más concentrados en su tarea. Se sienten más satisfechos y se crea una mayor conciencia de equipo.
- Mejora la calidad. Esta forma de trabajar minimiza los errores y mejora la experiencia del cliente.
- Aumenta la productividad. Una mejor asignación de los recursos, y organizar el trabajo en base a prioridades, da lugar a un incremento de la producción.
Aunque las metodologías ágiles surgieron en el sector del desarrollo de software, lo cierto es que también se pueden aplicar en otros sectores de trabajo. La clave está en dividir los proyectos en pequeñas partes que se completan y se entregan en un corto plazo de tiempo. A medida que se termina cada una de esas tareas, el equipo puede pasar a la siguiente.
Otro rasgo distintivo de esta forma de trabajar es que los equipos de trabajo suelen estar formados por profesionales multidisciplinares, que son capaces de hacer frente de manera más efectiva a los retos que pueda plantear la tarea que está pendiente de realizar.
Las tres metodologías ágiles más utilizadas
Scrum
Esta metodología permite la liberación del producto por partes y de forma periódica, algo que es posible a través del trabajo colaborativo, que permite hallar soluciones eficaces a los problemas que surgen durante la fase de desarrollo.
Antes de empezar a trabajar, el proyecto se divide en pequeñas tareas, siendo necesario empezar a trabajar por aquellas que tengan más prioridad para el cliente. Esto hace más liviano y sencillo el trabajo en proyectos que, de otra forma, serían largos y complejos.
Programación Externa (XP)
Se basa en un conjunto de reglas y de buenas prácticas que han demostrado dar buenos resultados en ambientes muy cambiantes. La flexibilidad se obtiene a través de la retroalimentación continua entre el equipo que trabaja en el proyecto y el cliente.
Kanban
Con este método las diferentes tareas en las que se divide el proyecto se van clasificando con ayuda de un tablero que mide los procesos del flujo de trabajo. Esto permite ver fácilmente qué tareas están pendientes, cuáles están en progreso, y cuáles son las que ya se han terminado.
Conocer y saber aplicar las metodologías ágiles, es una buena forma de ganar productividad en la empresa, pudiendo hacer mucho más trabajo en menos tiempo y con un menor consumo de recursos. Si quieres aprender más sobre este tema, infórmate ahora sobre nuestro curso gratuito de Iniciación en Metodologías Ágiles.