Las franquicias son uno de los negocios más populares y exitosos del momento. En España las franquicias comenzaron a hacerse populares a través de los restaurantes de comida rápida, pero en la actualidad existen modelos de franquicia en prácticamente todos los sectores.
Una franquicia es un formato de negocio en el que una parte (la franquicia o franquiciador) cede a otro (franquiciado) el derecho a usar su nombre e imagen en la comercialización de productos y/o servicios y le transmite además el know how del negocio, a cambio de una determinada cantidad de dinero.
Tradicionalmente el franquiciado debe pagar a la franquicia diferentes partidas económicas. Lo habitual es pagar un canon de entrada en el momento de montar el negocio, a ello hay que sumar que mensualmente o con la periodicidad que se estipule en el contrato de franquicia hay que abonar los royalties (generalmente suponen un porcentaje sobre las ventas totales). Además de lo anterior, algunas franquicias exigen a sus franquiciados el pago de determinadas cantidades en concepto de formación, marketing, etc.
Las franquicias son una idea de negocio que resulta atractiva para los emprendedores, ya que les permite entrar de lleno en el mundo empresarial, pero hacerlo respaldados por el nombre y la experiencia de una marca que ya ha demostrado que puede tener éxito.
El principal inconveniente de la franquicia es que la inversión inicial puede resultar demasiado elevada, especialmente en un entorno en el que la obtención de financiación no siempre es sencilla.
Frente a esta situación han surgido en los últimos años las conocidas como franquicias low cost. Se trata de franquicias que operan exactamente igual que las franquicias tradicionales, pero en las que la inversión inicial suele no ser demasiado alta (normalmente entre 6.000 y 20.000 euros).
Aunque no siempre ocurre así, una de las peculiaridades de este tipo de franquicias es que no se suele exigir canon de entrada al franquiciado, lo que hace que la inversión inicial sea mucho más asequible.
Existen otros factores que hacen que este tipo de negocios sean más económicos de iniciar, como el hecho de no necesitar un local demasiado grande, no tener que hacer ningún tipo de inversión en maquinaria, tratarse de un modelo de negocio que no requiere de empleados o ser directamente un negocio online.
Este modelo de franquicia low cost se ha hecho muy popular en los últimos años y ha permitido que muchos emprendedores pudieran al fin cumplir su sueño de tener su propio negocio. Algunos ejemplos de este tipo de franquicias de bajo coste son las lavanderías autoservicio, las tiendas de yogur helado o algunas tiendas online.
La popularidad de este tipo de negocios es tal que en los últimos tiempos se han multiplicado los eventos relacionados con el sector de las franquicias, en los que un conjunto de expertos explica a los interesados en que consiste este modelo de negocio y cuáles son los derechos y obligaciones que se adquieren al firmar un contrato de franquicia. También ha aumentado el número de eventos que permiten un contacto directo entre franquicias y emprendedores que quieren tener su propio negocio.