Para los autónomos resulta especialmente complicado mantenerse al día en lo que a legislación laboral se refiere. No es solo que estos profesionales no tengan tiempo para informarse bien sobre este tipo de cuestiones es que, además, la normativa laboral es una de las más cambiantes dentro de nuestro ordenamiento jurídico.
Que un autónomo no cumpla al pie de la letra con la ley en materia de relaciones laborales supone un menoscabo a los derechos de sus empleados y, además, puede acarrearle importantes sanciones si la Inspección de Trabajo tiene conocimiento de lo que está sucediendo. Algo que podría suceder a consecuencia de una denuncia o de una inspección aleatoria.
Aunque la Inspección de Trabajo siempre intenta estar al tanto de todas las irregularidades cometidas por los empleadores, es cierto que desarrolla campañas en las que vigila de forma más exhaustiva ciertas conductas. Esto nos permite hacer desde ya un pequeño ranking de cuáles serán las infracciones laborales más comunes cometidas por los autónomos con empleados a lo largo de este año.
Abuso de la contratación temporal
Desde el Ministerio de Trabajo se ha lanzado una ofensiva contra el abuso de la contratación temporal, que durante años se ha venido utilizando de forma incorrecta. Tanto es así, que la reforma laboral ha eliminado el contrato por obra o servicio.
A fin de evitar una sanción de este tipo, lo que deben hacer los autónomos es asegurarse muy bien de que el tipo de contrato que van a usar es el correcto. Tratándose de una contratación temporal, en el documento debe quedar claramente establecida la causa que justifica dicha temporalidad.
No solo hay que elegir bien el tipo de contrato, también hay que respetar los plazos máximos de duración establecidos legalmente.
Como la reforma laboral ha introducido modificaciones en este campo y el período de adaptación dado a los empleadores es corto (tres meses), es previsible que el número de infracciones relacionadas con esta cuestión aumenten.
Infracciones relacionadas con los ERTE
Los ERTE derivados de la situación de pandemia acaban el 28 de febrero. No obstante, la obligación de los empleadores de mantener el nivel de empleo se va a mantener durante seis meses más. Si el autónomo despide antes de ese tiempo, tendrá que abonar a la Seguridad Social todo el dinero que se haya ahorrado en cotizaciones por tener a sus empleados en un Expediente de Regulación Temporal del Empleo.
Más allá de los ERTE asociados a la pandemia, estos también se pueden adoptar en otras circunstancias. La Inspección de Trabajo tiene orden de prestar especial atención a estos supuestos y comprobar que todo está correcto. Si se detecta que el empleador tiene a sus empleados trabajando a pesar de que ha suspendido su contrato de trabajo, si no comunica al SEPE la recuperación de un empleado, o exige a sus trabajadores horas extra o hace nuevas contrataciones teniendo a parte de su plantilla en ERTE, impondrá las sanciones correspondientes.
Mala gestión del registro horario
Aunque la obligatoriedad de llevar un registro horario lleva ya en marcha unos años, todavía hay autónomos que no tienen del todo claro cómo funciona. Otros lo saben perfectamente y cometen un fraude de manera dolosa. En cualquier caso, ya sea por desconocimiento o por dolo, las infracciones relacionadas con este tema están dando lugar a muchas sanciones, y se prevé que en 2022 la situación se repita.
Se comete la infracción no solo cuando no se lleva a cabo el registro horario de la jornada, también cuando esta operación se realiza pero no de la forma correcta. Por ejemplo, si no se está dejando constancia de las horas extra realizadas por los empleados, o si no se están respetando los tiempos de descanso, incluso si el empleado está en modalidad teletrabajo.
Otro fraude también relacionado con esta cuestión es la falta de respeto al derecho a la desconexión digital de los empleados.
La mayoría de estos fraudes salen a la luz por denuncias anónimas de los propios trabajadores.
Infracciones en materia de prevención
La prevención de riesgos laborales es una materia en la que los autónomos suelen estar bastante al día. En muchos casos el número de empleados a su cargo no es alto, por lo que existe una relación más personal que profesional. Esto hace que el empleador preste una mayor atención a la necesidad de proteger la salud de quienes trabajan con él.
Sin embargo, la pandemia está suponiendo una serie de obligaciones extra que no siempre se cumplen. Que los empleados no tengan a su disposición mascarillas, o que no se respete la distancia de seguridad, suponen riesgos para la salud y, como tal, pueden ser denunciados y sancionados.
No conviene relajarse con respecto a la Covid-19. Incluso cuando la incidencia está baja, hay que seguir manteniendo las normas de seguridad mientras las autoridades no digan lo contrario.
Todavía queda mucho año por delante, pero es previsible que la Inspección de Trabajo imponga un alto número de sanciones por estas cuestiones. En manos de los autónomos queda tomar medidas para que esto no suceda.