A veces, puede parecer difícil saber cómo salir de deudas sin pedir prestado, pero existen varias formas de hacerlo. Lo más importante es tener en cuenta que no podemos hacerlo de la noche a la mañana, sino que se requiere de paciencia y perseverancia para conseguir el objetivo final. No obstante, como asesores profesionales queremos dar algunos consejos para saldar deudas de forma eficaz y sin necesidad de solicitar un crédito.
¿Cómo salir de deudas sin pedir prestado?
Son muchos los usuarios que acuden a asesorías a buscar ayuda para salir de deudas formulando la pregunta «¿cómo puedo saldar mis deudas?». La opción de apoyarse en profesionales es una de las más indicadas para realizar el proceso correctamente y con resultados positivos.
En las siguientes líneas, expondremos algunos consejos importantes para que cualquier persona pueda adquirir una buena educación financiera y tenga el control de todas las deudas que tiene que pagar.
No evadir pagos pendientes
Es importante seguir el lema: «salda tu deuda y no la evadas». Existen muchas personas que intentan escapar de la realidad y engañarse a sí mismos. Pensar que la situación económica está dentro de la normalidad -cuando la realidad es totalmente diferente-, no es una buena forma de afrontar las adversidades. Por ello, es primordial que aceptemos que existe un problema para poder enfrentarnos a él o solicitar ayuda profesional.
Calcular el importe a deber
Para tener un esquema de todo el panorama económico, es conveniente calcular la cantidad exacta de dinero que se debe pagar mes a mes. Una vez realizado este paso, será el momento de crear un plan personalizado con diferentes estrategias para cubrir todas las deudas. No debemos caer en el error de preguntarnos una y otra vez «¿cómo salir de deudas si no tengo dinero?» o «¿cómo salir de deudas sin pedir prestado».
Por una parte, habrá que observar cuáles son los gastos fijos que tenemos para vivir, como facturas de luz, agua o gas. Por otra parte, habrá que tachar de la lista todos aquellos que no sean indispensables. Esta acción nos ayudará a no descuidar los gastos más importantes.
Mucha precaución con el uso de tarjetas de crédito
Cuando se tienen tarjetas de crédito, es mucho más fácil estar expuesto a un gasto compulsivo e innecesario. El mejor consejo que podemos dar es intentar utilizarlas solo para cosas realmente necesarias. No olvidemos que el objetivo principal es eliminar deudas y no aumentarlas. Limitar la cantidad de dinero disponible es otra opción para no caer en una tentación que podría llevarnos a un callejón sin salida.
Elaborar una estrategia sobre cómo puedo saldar mis deudas
Crear un registro de gastos es una gran estrategia para que un plan de acción contra las deudas sea efectivo. De esta forma, sabremos qué vamos a hacer, cuándo y cómo para saldar los pagos pendientes, porque dispondremos de un enfoque claro y conciso de la situación. Si no tenemos en cuenta este punto, nos expondremos a que el plan resulte mucho más lento y complicado.
Aconsejamos utilizar el efecto bola de nieve. Es decir, ordenar las deudas por fecha y atacar a las que quede menos tiempo de plazo. Posteriormente, seguir con la segunda de la lista y así sucesivamente hasta finalizar todas y cada una de las deudas. Otra vía es apostar por el efecto cascada. En este caso, deberemos encargarnos primero de las deudas con menor importe hasta solventar todas, incluidas las de máximo pago a deber.
Frenar la acumulación de deudas
Una vez hayamos implementado el plan de deudas, es imprescindible no seguir acumulando más. Tal y como hemos mencionado anteriormente, la eliminación de tarjetas y reducción de gastos innecesarios es factible. Sobre todo, siempre debemos tener en cuenta la importancia de no seguir aumentando la deuda final.
Establecer un fondo de emergencias
Ante cualquier situación inesperada, es recomendable disponer de un fondo de emergencias. De esta forma, podremos hacer frente al pago sin sumar más pendientes. Por ejemplo, puede ocurrir que suceda un gasto de electrodoméstico, un golpe con el coche o un viaje inesperado. Si no existe tal fondo, el riesgo de no tener dinero para pagar será mucho más elevado. Por ello, aconsejamos ir acumulando mes a mes parte de los ingresos para este fin.
Ponerse en manos de expertos
Los profesionales disponemos de los recursos necesarios para aplicar un servicio de asesoramiento en relación a la Ley de Segunda Oportunidad. Esto quiere decir que ayudamos a los particulares, pequeñas empresas, autónomos o familias sobreendeudadas a renegociar sus deudas de créditos personales, hipotecas, tarjetas de crédito o revolving. Para ello, estudiamos los casos personalmente y analizamos la situación económica con detenimiento. El objetivo es aplicar la mejor opción.
En conclusión, esperamos que -con las pautas ofrecidas en este artículo, cualquier persona en apuros económicos sepa cómo salir de deudas sin pedir prestado. Debemos recordar que la opción de solicitar un crédito no tiene que ser la primera vía de escape.