Hay ocasiones en las que la vida nos sorprende con imprevistos que afectan directamente a nuestra economía y poder adquisitivo. Cuando tenemos préstamos a nuestro nombre, una reducción importante de nuestro nivel de ingresos podría ser letal a la hora de sacar las cuentas a final de mes. Nos enfrentaría al riesgo del impago de las cuotas y entraríamos en un ciclo de retrasos y recargos. La mejor solución es que seamos productivos y busquemos un sistema de aplazamiento y fraccionamiento de deudas.
¿Cómo cancelar deudas rápidamente?
Si el dinero que percibimos todos los meses es inferior a la suma de nuestros gastos y préstamos, las cuentas no van a salir. Según un estudio de Fundación Mutualidad Abogacía, a finales de 2020 más de la mitad de las familias españolas tenían unos ahorros inferiores a 9000 €. Dependiendo del dinero extra que necesitemos, nos arriesgamos a acabar con nuestro remanente y tener que recurrir a familiares y amigos.
Reaccionar a tiempo nos va a evitar entrar en un ciclo de impagos que empeore aún más nuestra una situación de crisis financiera personal. Por eso, en cuanto detectemos que nuestra economía está desequilibrada, debemos solicitar ayuda para cancelar las deudas a profesionales. Gracias a su asesoramiento sabremos qué recursos existen, como la negociación con acreedores o la Ley de la Segunda Oportunidad.
¿Renegociar el aplazamiento y fraccionamiento de deudas o comenzar el concurso voluntario?
La primera pregunta que debemos hacernos es si es mejor tramitar una solicitud de fraccionamiento de la deuda o cancelar las deudas por ley. La opción más acertada dependerá de la certeza que tengamos sobre el futuro. Si estamos seguros de que nuestra economía se va a recuperar en semanas o pocos meses, podremos negociar un aplazamiento y fraccionamiento de deudas. Sin embargo, si no tenemos un horizonte temporal definido, la Ley de la Segunda Oportunidad va a ser una mejor solución.
Con este proceso vamos a comenzar un trámite supervisado por un juez que reconozca nuestra situación y permita la cancelación definitiva. Si cumplimos con todos los requisitos exigidos por la Ley de Segunda Oportunidad, podemos beneficiarnos de un proceso que libera tu deuda por completo. Como consecuencia, podremos empezar de cero y -como el propio nombre de la ley indica-, tener una segunda oportunidad. Llegar hasta el final del proceso supone una solución definitiva y permanente frente al aplazamiento y fraccionamiento de deudas temporal.
Por otra parte, durante todo el proceso, estaremos protegidos ante las acciones legales que puedan iniciar los acreedores. Un último beneficio es que los intereses y penalizaciones no se irán acumulando hasta llegar a cantidades impagables.
¿Cómo cancelar deudas sin pagar?
Cuando somos insolventes, independientemente de si hemos pedido los créditos autónomos o particulares, necesitamos una solución. Precisamos liberar nuestras deudas de forma definitiva y eficaz sin tener que pagar por el pendiente. Con el concurso voluntario de acreedores, si demostramos que no podemos hacer frente al pasivo, conseguiremos cancelarlo sin tener que pagar.
Un ejemplo de esto son las daciones en pago de las hipotecas. Cuando, pese a entregar la vivienda de vuelta al banco, este nos sigue exigiendo parte de la deuda, necesitamos cancelarla. Con la Ley de la Segunda Oportunidad, podemos demostrar que no tenemos solvencia. por tanto, necesitamos que el pasivo impagado se exonere.
¿Cuánto tenemos que pagar para cancelar definitivamente una deuda?
En un acuerdo extrajudicial de pagos o un concurso voluntario de acreedores, la cantidad de dinero que podemos pagar se determina según nuestra realidad. El juez no solo considera nuestras deudas. También tiene en cuenta lo que percibimos mensualmente y los gastos necesarios para el día a día. La ley garantiza que, antes de pagar el pasivo, tengamos suficiente para comer, alojamiento, etc. Por eso, si nuestro nivel de ingresos es bajo, podremos cancelar las deudas sin pagar.
Es cierto que, en la mayoría de los casos, si tenemos bienes a nuestro nombre, habremos de liquidarlos. No obstante, existen sentencias en las que los deudores han sido capaces de salvar su casa de la liquidación. Un abogado experto en la Ley de la Segunda Oportunidad nos podrá asesorar sobre las opciones que tenemos disponibles. También tendremos la seguridad de que alguien experto y que mira por nuestros intereses nos indicará cómo proceder. Así sabremos que este procedimiento va a afectar a nuestro patrimonio lo menos posible.
¿Qué tipos de deudas se pueden cancelar?
Para saber cómo afectará el proceso a nuestra economía también hemos de tener en cuenta el tamaño de nuestra deuda. El límite legal está en los 5 millones de euros, independientemente de quien sea el acreedor. La única diferencia que podemos ver es que, cuando le debamos dinero a la Administración Pública, el proceso de exoneración es diferente.
El aplazamiento y fraccionamiento de deudas es una opción que nos dará oxígeno ante una situación de insolvencia. Si apostamos por la Ley de la Segunda Oportunidad, podremos conseguir grandes beneficios. La exención de la deuda o la paralización de las medidas legales contra nosotros son solo dos ejemplos de cómo esta ley ayuda a los deudores.