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Claves para evitar que la morosidad de tus clientes te deje sin liquidez

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La morosidad es un problema que sufren en sus propias carnes muchos autónomos. No es nada extraño que los clientes tarden en pagar más de lo que sería recomendable, algunos incluso acaban por no abonar las facturas pendientes.

Para un trabajador por cuenta propia no cobrar sus facturas a tiempo supone una gran preocupación, porque puede quedarse sin liquidez. El autónomo es acreedor de sus clientes, pero también es deudor de sus proveedores, de Hacienda, de la Seguridad Social, de sus empleados, etc.

Cada vez que un profesional no recibe a tiempo el pago por el trabajo realizado o el producto entregado, se enfrenta al gran problema de no tener suficiente dinero líquido en sus cuentas para hacer frente al pago de sus deudas, convirtiéndose así en moroso.

Sin embargo, esa falta de liquidez no es algo a lo que debas resignarte. Como autónomo tienes varias opciones que te permitirán tener dinero disponible justo cuando lo necesites.

Factoring

Este sistema permite cobrar de inmediato las facturas emitidas a través de la cesión de las mismas a un tercero (una entidad bancaria).

El banco te abona a ti el importe de las facturas que tú has emitido a tus clientes, descontando un determinado porcentaje de las mismas. Lo que ocurre entonces es que la entidad financiera asume el rol de acreedor. Tus clientes tendrán que pagarle al banco con el que tú has hecho la operación, no a ti.

Cobrar parte del trabajo por adelantado

Cobrar una parte del trabajo por adelantado es algo común en sectores como el de la construcción, pero no tan habitual en otros. Sin embargo, en momentos en los que la morosidad está en aumento, puede ser una buena idea aplicar este sistema en todo tipo de negocios.

Se trata de exigirle al cliente que pague un porcentaje antes de que le entregues el producto o le prestes el servicio. Así, te garantizas tener siempre una cierta cantidad de dinero líquido disponible.

Por otro lado, este sistema también evitará que te quedes sin cobrar absolutamente nada por un trabajo prestado si el cliente resulta ser un moroso.

Operar en diferentes mercados

Muchos autónomos trabajan siempre en un mismo mercado. Cuando hay una crisis, todos los consumidores y operadores de ese mercado entran en crisis, haciendo que los problemas de morosidad se vuelvan comunes y graves.

Una buena alternativa para evitar esto es diversificar. No hace falta que esperes a los malos tiempos para buscar nuevos mercados, esto es algo que deberías hacer en todo momento, porque siempre pueden surgir buenas oportunidades de negocio.

Si llega una crisis y tú operas en diferentes mercados, es más que probable que los ingresos que obtengas de uno de esos mercados te eviten tener problemas de liquidez aunque en el otro mercado en el que operas estés teniendo dificultades para cobrar tus facturas.

Ayudas públicas

El Estado, las Comunidades Autónomas e incluso las entidades locales suelen poner en marcha diferentes líneas de ayudas para autónomos y pymes. Si te mantienes informado sobre este tema seguramente podrás obtener algún tipo de subvención. Unos ingresos extra que podrás utilizar para no quedarte sin liquidez.

Muchos autónomos no se animan a pedir este tipo de ayudas porque consideran que es algo complicado. Sin embargo, hoy en día los trámites se han simplificado mucho y, en la mayoría de los casos, las gestiones se pueden hacer online.

Línea de crédito

Las líneas de crédito han sido de las fuentes de financiación más utilizadas por los autónomos durante décadas. Aunque tienen algunos costes asociados, no está de más contratar una y usarla a modo de “colchón económico”.

Es una forma de tener dinero disponible rápidamente para hacer frente a deudas en caso de que llegue el momento de pagar y tus clientes todavía no hayan abonado las facturas pendientes.

Aplicar un recargo

Para instar a tus deudores a que abonen lo debido en un plazo razonable, al pactar las condiciones de compraventa o de prestación del servicio puedes negociar la aplicación de intereses de demora.

De esta forma, si la factura no se paga en el plazo dado, el deudor quedará obligado al pago del importe original más los intereses correspondientes. 

La liquidez es un tema que preocupa mucho a los autónomos. Por eso, no está de más que tomes medidas para evitar que la posible morosidad de tus deudores se convierta en un problema grave para ti.

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