Licencia Urbanística

Es un acto administrativo mediante el cual la Administración Pública competente en materia de urbanismo se encarga de vigilar que se cumple la legalidad cuando se lleva a cabo un acto de transformación, edificación, rehabilitación, construcción o uso del suelo.

Algunos ejemplos de actos sujetos a la obtención de licencia son:

• Parcelaciones urbanas.
• Demolición de construcciones.
• Colocación de carteles de propaganda visibles desde la vía pública.
• Modificación de la estructura en edificaciones existentes.
• Usos y obras de tipo provisional.
  
  

Se sobreentiende que el titular del suelo tiene derecho a realizar cambios en él. Por tanto, si se cumplen los requisitos legales para llevar a cabo las modificaciones, la Administración competente (el Ayuntamiento) debe conceder la licencia tras comprobar que los actos que se van a realizar son conformes a la normativa urbanística.

Es la que hace falta cuando se quiere llevar a cabo el derribo de una edificación o la construcción de un nuevo edificio. También se recurre a ella en los casos de rehabilitación de edificios, conservación y consolidación.

El objetivo es asegurar que las nuevas edificaciones se levantan en terreno que haya sido calificado como urbanizable y comprobar que las obras de edificación, rehabilitación, etc. se llevan a cabo en condiciones de legalidad.

Las licencias de obras de edificación, también conocidas como licencias de obras, pueden ser para obra mayor u obra menor, según la entidad de la actuación que se vaya a acometer. Existen además otros subtipos como la licencia de obras en suelo urbano no consolidado o la licencia provisional en suelo urbano no consolidado.

Cuando se trata de pedir una licencia de urbanización relacionada con las obras y las edificaciones, es fundamental tener en cuenta tanto el tipo de terreno en el que se va a llevar a cabo la actuación como el resultado que se pretende con la misma. Esto permitirá solicitar el tipo de licencia más adecuada para cada caso concreto.

Es una de las licencias de urbanismo más conocidas. Deja constancia de que un inmueble tiene los requisitos esenciales de habitabilidad. Por eso también se la conoce como cédula de habitabilidad.

Tener esta cédula es imprescindible para poder contratar suministros básicos para una vivienda como el agua, la luz o el gas. Además, hay que tener en cuenta que su vigencia es temporal y hay que renovarla periódicamente.

Cuando se va a ejercer una actividad económica hay que acreditar que el proyecto cumple con la normativa sobre contaminación, seguridad, etc. En definitiva, esa actividad no supondrá un riesgo ni para el medio ambiente ni para la población.  

Este tipo de permiso urbanístico es fundamental para todo aquel que quiera tener un establecimiento abierto al público y ejercer una actividad económica. Si no se dispone del permiso correspondiente, el titular del negocio puede ser sancionado e incluso se le podría obligar a cerrarlo hasta que tenga todos los permisos en regla.

Se solicita en aquellos casos en los que se quiere modificar el uso de un inmueble. Por ejemplo, para reconvertir un local comercial en una vivienda o transformar una vivienda en una oficina.

Las terrazas de bares, restaurantes y cafeterías ocupan un espacio dentro de la vía pública. En consecuencia, para poder instalarlas es necesario contar con el permiso del Ayuntamiento a través de la correspondiente licencia y previo pago de las tasas establecidas.

Cuando un negocio es traspasado pero la actividad va a seguir siendo la misma, no es necesario que el nuevo titular obtenga una nueva licencia de actividad, pero sí que informe a la Administración del cambio de propietario. Y para eso precisamente sirve la licencia de cambio de titularidad.