El de inteligencia competitiva parece haberse convertido en el término de moda en el mundo empresarial. Un concepto que también los autónomos pueden (y deben) utilizar en su favor.
Es un sistema basado en el aprovechamiento de la información que podemos obtener de nuestros competidores, a fin de ganar algo de ventaja sobre ellos. Ojo, que no se debe confundir con el espionaje industrial. Porque aquí estamos hablando de una práctica totalmente legal y ética.
¿Qué es la inteligencia competitiva?
Es un procedimiento que reúne las características de ser ordenado y sistemático y que busca obtener y analizar la información que hay sobre un determinado sector, los productos y servicios que se ofrecen en el mismo, los clientes y proveedores que operan y las estrategias que están aplicando las empresas y profesionales que en él compiten. Todo esto con el objetivo de mejorar la competitividad de quien ha hecho el esfuerzo de llevar a cabo esa labor de análisis.
A pesar de que se suele pensar que este tipo de acciones son algo reservado a las grandes corporaciones, lo cierto es que no es así. Hoy en día, gracias al avance de la tecnología, cualquier autónomo puede obtener la información que necesita y aprovecharla para mejorar su posición en el mercado. ¿Por qué desaprovechar esta oportunidad?
La ética de este comportamiento
Si te preocupa no actuar de forma ética, ya te puedes ir olvidando de esa preocupación. Al practicar la inteligencia competitiva no tienes que buscar información que pueda ser confidencial. De hecho, con los datos que son públicos es más que suficiente.
Como decíamos antes, no estamos ante una práctica de espionaje empresarial. Es una disciplina totalmente ética y muy necesaria. Porque ya sabes que la información es poder. Cuanto más sepas sobre cómo se trabaja en tu sector y qué está llevando a otros a tener más éxito que tú, mucho mejor, porque tendrás un buen punto de partida para saber qué y cómo debes mejorar.
Ventajas de aplicar la inteligencia competitiva
- Recopilar información sobre el mercado te puede ayudar a identificar oportunidades que habías estado pasando por alto.
- Al conocer mejor qué está haciendo la competencia, te puedes anticipar a sus futuros movimientos.
- Saber qué hacen otros te permitirá estar al tanto de tus propias carencias. Por ejemplo, si estás desaprovechando algún canal para vender tus productos o servicios, o si no le estás sacando todo el partido posible a la publicidad pagada en buscadores.
- Una de las mayores ventajas de aplicar la inteligencia competitiva es que también te da un mejor conocimiento sobre cuáles son tus ventajas competitivas. Qué haces tú mejor que los demás. Esto te permitirá seguir avanzando en ese área y conseguir que esa ventaja se haga cada vez más grande.
- El proceso de búsqueda de nueva información puede dar lugar a que descubras nuevos mercados a los que no te habías planteado acceder.
¿Dónde se puede obtener la información necesaria?
Justo donde estás pensando: en internet. Con algunas búsquedas estratégicas puedes tener acceso a todos los datos que te hacen falta.
Para hacer un análisis de tu sector puedes buscar noticias relacionadas con él. Te recomendamos que consultes también medios de comunicación extranjeros para estar al tanto de las tendencias que pueden estar a punto de llegar aquí. Por otro lado, hay herramientas específicas como Google Trends que pueden aportarte información muy útil sobre lo que le interesa ahora mismo al público.
Por otro lado, también tienes que conocer muy bien a tus clientes potenciales. Podrías valorar hacer tu propio estudio de mercado. Profundizar en qué tipo de personas estarían interesadas en adquirir tus productos o servicios y qué necesidades relacionadas tienen que ahora mismo están sin cubrir.
En cuanto a tu competencia, te interesa especialmente saber qué están haciendo en materia de marketing. Herramientas especializadas en análisis web te pueden reportar información sobre qué palabras clave están utilizando para posicionarse y qué tipo de contenido están creando.
Pero no basta con recopilar información. Tienes que analizarla muy bien y extraer conclusiones de la misma. En base a ella podrás diseñar un nuevo plan de actuación que te ayude a conseguir las metas que te has planteado para tu negocio.