El vídeo se ha convertido en uno de los contenidos más exitosos dentro del marketing online, por eso cada vez es más utilizado tanto por empresas como por profesionales que quieren dar a conocer su marca.
Tiene la gran ventaja de ser un producto que se puede consumir rápidamente y puede llegar a viralizarse más rápido que otros contenidos. De hecho, incluso las redes sociales están potenciando el uso del vídeo como herramienta de publicidad, por ejemplo a través de las Stories de Instagram.
Claves del vídeo marketing
Quienes no son expertos en la materia pueden llegar a pensar erróneamente que vale cualquier tipo de vídeo para promocionarse, pero no es así. Para alcanzar el éxito este contenido debe cumplir una serie de requisitos.
Debe ser breve. Una de las particularidades del contenido consumido online es que el público busca algo que sea breve y conciso. Hay que tomárselo casi como si fuera un anuncio en televisión: si dura más de dos minutos es posible que la audiencia pierda el interés.
Por otro lado, debe ser capaz de despertar el interés. Esto debe hacerlo en los primeros 20 o 30 segundos. Que el espectador encuentre en ese breve lapso de tiempo una razón para quedarse a ver el vídeo hasta el final.
Y no hay que dejar nunca de lado la calidad, tanto en la imagen como en el sonido. El vídeo debe poder verse perfectamente, y el audio debe estar grabado sin interferencias y sin ruidos de fondo que puedan distraer al público.
Compartir el vídeo es tan importante como hacerlo bien
Hacer un buen vídeo no requiere invertir necesariamente una gran cantidad de dinero. Con un buen móvil se puede hacer una pequeña campaña promocional. Pero eso sí, antes de pasar a la acción es conveniente haber planeado minuciosamente la estrategia para que el resultado sea el esperado.
Después de las labores de planificación, grabación y edición del vídeo, es hora de darlo a conocer. Por muy bueno que sea el contenido, si no se le da difusión, nunca llegará a ser viral.
El vídeo puede subirse a la web o blog de la marca, pero es en las redes sociales donde alcanzará su mayor exposición pública. Se puede usar Instagram, Youtube, Facebook o cualquier otro Social Media.
Gestionar la difusión en redes sociales no es tan sencillo como parece. Si no se tiene un Community Manager que se encargue de estas labores, habrá que asumir la difusión desde un punto de vista más práctico. Como no se puede atender a tantas redes sociales como hay, lo mejor es limitarse a aquellas en las que se sabe que está el público potencial de la marca.
Por ejemplo, un gestor de redes profesional aconsejaría que si el vídeo quiere dar a conocer una marca de ropa juvenil, será mucho mejor darle difusión en Snapchat, pero si se trata de vender viajes organizados entonces Facebook es la opción más inteligente.
Dedicando un poco de tiempo a estudiar las redes sociales y el tipo de perfil que interactúa en cada una de ellas, darle difusión al vídeo resultará mucho más sencillo.
Y como siempre que se trata de hacer marketing, no hay que olvidarse de monitorizar los resultados para comprobar si el vídeo ha tenido o no el éxito que se esperaba de él.