2020 está siendo un año especialmente difícil a muchos niveles, también en lo relativo al empleo y el autoempleo. Según los últimos datos oficiales, tanto el Régimen General de la Seguridad Social como el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos han perdido afiliados durante el segundo trimestre en comparación con el mismo período del año pasado.
Datos que no se veían desde hace una década
La crisis económica mundial de 2008 afectó de forma muy especial en España, dando lugar a una gran destrucción de empleo. En 2010 el RETA perdió 86.500 empleados y en 2012 un total de 41.807.
En junio había cotizando en nuestro país 41.348 trabajadores por cuenta propia menos que en el mismo mes de 2019, por lo que nos situamos en niveles muy parecidos a los de la anterior crisis económica.
En el segundo trimestre del año el consumo se redujo un 25% en comparación interanual, fenómeno que ha afectado de forma directa a muchos autónomos y pymes. Los más perjudicados son los pequeños negocios a pie de calle, de los que se estima que un 20% habrán cerrado sus puertas a finales de año.
Mayor descenso de asalariados que de autónomos
Otro de los efectos que se han producido a consecuencia de la pandemia y el confinamiento es que el número de trabajadores asalariados ha descendido en el segundo trimestre más que el de trabajadores por cuenta propia.
Según los datos de la EPA, entre abril, mayo y junio hubo una caída del 6,9% en el número de afiliados en el Régimen General, mientras que en el mismo período la caída del RETA se ha mantenido en un 1,1%.
Para los expertos la pérdida moderada de autónomos se debe a que todavía siguen en marcha las medidas extraordinarias de ayuda para este colectivo. De hecho, por el momento han sido prorrogadas hasta finales del mes de septiembre.
A finales de julio se abonaron casi 122 millones de euros en concepto de prestaciones compatibles extraordinarias, reconocidas a algo más de 115.100 autónomos, y que suponen una ayuda mínima de 661 euros al mes, así como una exoneración temporal de cotizaciones, para aquellos que han visto bajar sus ingresos de forma notable o que ni tan siquiera han podido retomar su actividad.
Como ocurría en marzo, uno de los requisitos exigibles para poder acceder a estas ayudas es permanecer de alta en el RETA, lo que está haciendo que las cifras de afiliación al RETA se mantengan más o menos estables a pesar de que ahora mismo muchos trabajadores por cuenta propia estén en una mala situación.
Un futuro incierto
Atravesamos una situación de incertidumbre que afecta muy especialmente a autónomos y empresarios, lo que les impide hacer planes con respecto a su futuro e incluso tomar decisiones importantes con respecto a sus negocios.
En lo que coinciden todos los afectados es en que otro confinamiento sería realmente inviable. Si se vuelve a repetir una situación como la vivida en el segundo trimestre de este año, 6 de cada 10 autónomos no volverían a abrir nunca su negocio, lo que supondría un fuerte descenso de afiliados en el RETA y también en el Régimen General, ya que muchos trabajadores por cuenta propia tienen a su vez empleados.