La ley de morosidad afecta sobre todo a las Pymes.
La ley que se aprobó en julio de 2010 no hizo el efecto esperado dutante el año 2010. Las administraciones públicas adeudan una gran cantidad de dinero a las empresas, y esta medida iba encaminada a que las administraciones no alargaran los plazos de pagos para poder facilitar la entrada de líquido a las pymes.
Sin embargo los datos reflejan que durante el año 2010 las administraciones públicas, que adeudan alrededor de 40.000 millones de euros a las pymes, se retrasó en los pagos más de lo que se había retrasado en otros años. La tardanza se elevó a 157 días, tres días más que en el ejercicio anterior. A priori puede parecer una cifra insignificante pero dado el volumen de deuda se agudiza en el tiempo y supone pérdidas importantes para las empresas pequeñas y medianas.
La mayoría de las incidencias por morosidad vienen del sector de la construcción, como no podía ser de otra manera. No obstante a pesar del escandaloso momento de muchas empress del sector inmobiliario, las empresas privadas son aquellas que han reducido su tiempo de pago, donde las empresas públicas tardaron 157 días, las privadas pagaron en 93, y son además según ElEconomista, ocho días menos que en el ejercicio anterior.
Sin embargo todo tiene un plus favorable, en este caso, las encuestas hablan de que la administración pública siempre acaba pagando y en el caso de la empresa privada existe un porcentaje bastante elevado para el tema que estamos tratando, que deja de pagarse y nunca se pagará.