La nueva ley de regularización arranca con un aumento de las sanciones.
Hace ya unos meses, en abril para ser concretos, que el Gobierno, a travñes del Ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, comenzó a tramitar la Ley para la regularización y control del empleo sumergido. Ya entonces se habló de que no iba a haber ningún tipo de amnistía para aquellos empresarios que estuvieran empleando con dinero negro, pero que sin embargo se iba a poder facilitar la conversión de los trabajadores sumergidos en cotizantes.
Hace ya unos meses, en abril para ser concretos, que el Gobierno, a travñes del Ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, comenzó a tramitar la Ley para la regularización y control del empleo sumergido. Ya entonces se habló de que no iba a haber ningún tipo de amnistía para aquellos empresarios que estuvieran empleando con dinero negro, pero que sin embargo se iba a poder facilitar la conversión de los trabajadores sumergidos en cotizantes.
Hoy ya se lleva a cabo la acción de sanciones que ha auemtado considerablemente. Así, cuando antes la sanción era de 626 euros por incumplir el alta de un trabajador, ahora el empresario se puede enfrentar a sanciones de entre 3.126 euros y 10.000 euros, frente al máximo actual que estába en 6.250 euros.
Tampoco se podrá compatibilizar la prestación por desempleo y un pago en negro. En este caso la multa puede ascender a 187.515 euros.