Estas son algunas de las principales ventajas de llevar a cabo la transformación digital en la empresa:
Visibilidad
Internet es un gran centro comercial que se extiende, de forma imparable, a todos los hogares y empresas. Cuanto más visible sea (campañas de marketing online, posicionamiento web) más potenciales clientes podrá tener.
Inmediatez
La rapidez con la que se transmite la información (banda ancha, 4G, etc.) y los terminales de última generación (smartphones, notebooks, etc.) permite en todo momento estar al tanto del negocio y responder rápidamente a la demanda (algo que está muy valorado por los clientes).
Flexibilidad
El contacto directo con las demandas de los clientes y no pertenecer a una gran empresa (es decir, no tener una estructura rígida) permite adaptar los productos a las necesidades de los mismos, obteniendo además valiosa información sobre el mercado.
Especialización
A mayor información, clientes más exigentes. Las búsquedas sobre productos y servicos en Internet y la gran cantidad de oferta hacen que el cliente no se resigne a un producto masivo si no se ajusta exactamente a lo que busca. Aquí, pymes y autónomos tienen una ventaja competitiva, pues generalmente disponen de una mayor capacidad para dar respuesta a estas necesidades.
Proximidad
La capacidad de respuesta personalizada (mediante la web, el blog, los correos electrónicos…) se traduce en cercanía a los clientes. Numerosas aplicaciones informáticas unidas a la base de datos de la empresa permiten estar presente de forma constante, por ejemplo, con recordatorios de su próxima visita, felicitaciones en cumpleaños, etc.
Conocimiento del entorno
De la misma forma que los clientes encuentran su empresa, usted puede encontrar proveedores, visitar a la competencia, acceder a cursos de formación online y estar al día de todo lo que sucede a su alrededor.
Deslocalización de la producción
Se puede tener partes del negocio en diferentes ubicaciones y gestionarlas a través de la Red. Por ejemplo, la oficina y el centro de atención al cliente podrían compartir espacio en un piso o local (con uno o dos ordenadores con conexión a Internet) y el almacén del material podría estar en un polígono industrial, con otros ordenadores también conectados a Internet, para recibir los pedidos, las compras y preparar los paquetes de envío.
Reducida inversión
Adaptar la inversión a las necesidades del negocio es imprescindible para que sea rentable. El tamaño reducido de la empresa también reduce el coste de herramientas y programas.