A pesar de las dificultades que hemos atravesado muchos autónomos y pequeños empresarios de sectores como la hostelería, el comercio, los eventos, la cultura y muchos otros, hemos conocido que las Comunidades autónomas van a devolver el 35% de los 7.000 millones que el Gobierno anunció para bares, restaurantes y autónomos.
2.500 millones de euros no se han repartido entre aquellos que lo necesitaban y esto no ha sido por falta de necesidad sino por la extrema burocracia del proceso. Y si la noticia en su conjunto ya es desalentadora aún más lo es en el caso de Castilla-León, Asturias o Murcia, donde el porcentaje a devolver de la cantidad asignada a estas Comunidades supera el 70%.
Sólo las Comunidades Autónomas de Baleares y Canarias han sido capaces de repartir el 100% de la cantidad asignada.
Con este panorama y, como no podía ser de otra manera, comienza el fuego cruzado entre Gobiernos central y autonómicos de todo signo en el cruce de acusaciones por la responsabilidad de este fracaso. Como es habitual el éxito cuenta con muchos padres pero el fracaso siempre es huérfano, y lo que es pero en este caso es que son los más necesitados, los autónomos, los que sufren esta orfandad.
A buen seguro, ahora comenzará un debate acerca de si son galgos o podencos entre los distintos gobiernos, en lugar de analizar el fracaso y buscar alternativas para los cientos de miles de autónomos y pequeños empresarios que han quedado en la estacada, porque si de algo no hay duda es del FRACASO con mayúsculas de este medida ya sea por sus condiciones o por su gestión.
Esta medida es una muestra más de la descoordinación existente entre nuestras administraciones, y lo que es peor, la poca atención a las recomendaciones y solicitudes de los autónomos, ya que algunos ya advertimos de la complejidad de estas medidas.
Desgraciadamente este fracaso nos pone en alerta ante lo que puede surgir en los próximos meses, cuando los fondos de la Unión Europea comiencen a llegar y comience su planificación y ejecución, ya que visto lo visto, los autónomos y pequeños empresarios corremos el riesgo de quedar excluidos de este reparto si las medidas, requisitos y burocracia para acceder a los mismos cuentan con una dificultad similar a las ayudas antes citadas.
Por ello, instamos al Gobierno central a tener en cuenta los requisitos y circunstancias especiales de los autónomos para diseñar el reparto de estos fondos europeos, y para ello no hay nada mejor que atender las propuestas que desde las organizaciones de autónomos les trasladamos para lograr un 100% de ejecución y no las pírricas magnitudes que hemos podido observar en las ayudas a autónomos y pequeños empresarios hosteleros.
