91 197 67 48    hola@redautonomos.es

En el mundo rural pasan muchas cosas que en las ciudades desconocemos, por ejemplo no hay alternativas de transporte público al coche privado, es difícil encontrar cerca algún servicio que complemente el tuyo o simplemente puedes no tener una comunicación solvente que te ayude a relacionarte con tus clientes y proveedores de manera fluida.

Este tipo de cuestiones necesitan sin duda la mano de las instituciones más allá de los ayuntamientos, necesita que tanto la comunidad autónoma correspondiente como el Estado trabajen de manera conjunta para garantizar unos mínimos si realmente están pensando en revertir la dinámica de la disminución de población en la llamada España vaciada.

Además en las zonas más despobladas faltan servicios básicos como bares y restaurantes, farmacias, comercios y otros servicios sanitarios privados como dentistas u ópticas.

La cuestión es que para que a los autónomos y emprendedores nos merezca la pena ofrecer nuestros servicios en estos remotos lugares hace falta que los gobiernos autonómicos y estatal, junto a los ayuntamientos, busquen soluciones generales que permitan a quienes podrían prestar sus servicios allí establecerse con unas mínimas garantías.

Y es que, por ejemplo, la vivienda también es un problema en estos entornos. No es fácil encontrar viviendas para ser alquiladas y que nuevos vecinos formen parte del pueblo.

Al final todo esto es un entramado global que hace que faltando una cosa sea imposible generar la siguiente. El hecho de que no haya oferta de ocio hace que los jóvenes se vayan de sus pueblos natales. El hecho de que no haya vivienda libre hace que algunos municipios no puedan terminar sus promociones de vivienda porque no tienen donde puedan dormir los trabajadores de la construcción que vienen de fuera. El hecho de que los jóvenes se vayan y tampoco puedan establecerse personas de fuera genera que no haya un relevo generacional imprescindible para que los oficios históricamente rurales sigan manteniéndose.

Por tanto la situación que encontramos en la actualidad es muy preocupante y no se va a resolver si no remamos todos a una, en concreto, si las instituciones no reman todas a una.

Las instituciones deben trabajar juntas y no dejar pasar un solo día en la toma de decisiones que sigan haciendo posible la vida fuera de las ciudades, pero que garantice una vida digna a las personas que han decidido vivir en los entornos rurales.

El emprendimiento sostenible puede ser un apoyo esencial a esas políticas, pero para ello debe prestarse toda la atención y el apoyo que merece y necesita.

En este contexto desde Red Autónomos trabajamos por la creación de eventos que generen mayores redes entre autónomos y emprendedores, como el que tuvo lugar el 27 de Octubre en Zorita, Cáceres. Un encuentro de Networking e información sobre ayudas, subvenciones y otros temas de interés, donde Ayuntamiento de Zorita, otros municipios como Alcollarín o Aberturas y la  Junta de Extremadura participan conjuntamente en un evento que una organización transversal como Red Autónomos impulsa. La colaboración es el camino para el éxito en estos entornos y no podemos desaprovecharla. 

Si además tenemos en cuenta que debemos cumplir con los objetivos de la agenda 2030 no podemos dejar de pensar en los autónomos rurales, que son quienes pueden dar servicio de calidad a los ciudadanos de sus entornos y generar redes de colaboración y cooperación fundamentales que a su vez producen otros beneficios colaterales a  las comunidades.

Cualquier entorno en el que haya un mínimo de servicios disponibles, que promueva relaciones profesionales intersectoriales será siempre más  acogedor y seguro que uno que no los tenga. Y creará mayor fijación poblacional, que en definitiva, es lo que se busca desde todas las instituciones, desde las comunidades autónomas, desde España, desde Europa y desde las Naciones Unidas.

Así entiendo que las relaciones público privada para dar solución a esta escasez de servicios es imprescindible.

También que desde las instituciones se debe contar mucho mas con los autónomos y las pymes de esos entornos. Se deben generar políticas que discriminen positivamente a este tipo de micro-empresas que están arraigadas en las zonas y que están generando en su entorno un valor social muy superior incluso al de los puestos de trabajo que crean.

Pensemos, que además todas estas acciones son de fácil ejecución con buena voluntad y trabajo conjunto, y eso, es lo que deben ofrecernos nuestros gobiernos, soluciones, aunque ello conlleve trabajar conjuntamente.
extremadura-transporte-economia

Ha pasado un siglo del viaje de Alfonso XIII  a las Hurdes, y para desgracia de los extremeños la incomunicación, el abandono y el olvido que sufría esta bella region se asemeja bastante a la situación que hoy sufre el conjunto de la Comunidad Autónoma de Extremadura en cuanto a lo que infraestructuras se refiere.

La similitud entre aquel lento viaje a caballo del rey Alfonso XIII y la lentitud del tránsito en tren actual a Extremadura pone de manifiesto el abandono. Mientras en nuestro país hay Comunidades Autónomas en que sus 5 capitales de provincia están conectadas por AVE, Extremadura no cuenta con la infraestructura ferroviaria para que pueda llegar un tren veloz, no hablamos ni siquiera de AVE.

Es conocida la condena que las Hurdes y sus gentes vivían hace un siglo víctima de su abandono y aislamiento, y es sencillo imaginar las consecuencias que la ausencia de una conexión ferroviaria acorde al siglo XXI que conecte a Extremadura con el resto de España, así como que también conecte entre sí las diferentes comarcas extremeñas supone para el desarrollo económico de Extremadura.

La ausencia de una infraestructura ferroviaria es una losa de grandes dimensiones que se une a otras circunstancias que están propiciando el vaciamiento rural y la despoblación, así como la pérdida de oportunidades en la búsqueda de un desarrollo económico sostenible para la región.

El ferrocarril es uno de los medios de transportes más eficientes energéticamente hablando y uno de los más sostenibles ecológicamente, por lo que negar la posibilidad de sus desarrollo e implementación en el territorio extremeño y en su interconexión con el resto de España supone condenar a la sociedad extremeña no sólo a desperdiciar tiempo en sus traslados, sino también a malgastar recursos energéticos tan apreciados en la actualidad.

Por todo ello, los extremeños hemos alcanzado el límite de nuestro hartazgo y nos movilizamos para exigir un ferrocarril para Extremadura que permita un tránsito de personas y mercancías acorde al siglo XXI y que posibilite el desarrollo de la región, tanto en lo que respecta a la exportación de productos extremeños, como al acceso turístico, y sobre todo, a la posibilidad de implantar y desarrollar empresas y actividades económicas en la región que posibiliten la oferta de oportunidades a los jóvenes extremeños para que estos podamos optar entre quedarnos en esta tierra o emigrar, en lugar de verse abocados a la emigración como si se tratase del inicio de la Edad Moderna en que Extremadura se mostró al mundo como cuna de conquistadores debido, una vez más al abandono y el empobrecimiento.

Los extremeños han mostrado al mundo su tenacidad a lo largo de la Historia. Extremeños como Francisco Pizarro, Vasco Núñez de Balboa, Hernán Cortés o Inés de Suárez, entre otros, son muestra del hambre de fortuna y emprendimiento, que es seña de identidad de las gentes que habitan esta tierra, pero es necesario que los extremeños contemos con los recursos e infraestructuras necesarias para poder exponer al mundo toda su capacidad.

Sin una infraestructura ferroviaria adecuada, la región de Extremadura está abocada a la despoblación y a la pérdida de oportunidades. Sin una infraestructura ferroviaria es imposible que se preste un servicio público de movilidad de calidad.

Por ello, no nos resignamos y alzamos la voz y el próximo 8 de septiembre, Día oficial de Extremadura, viajaremos a Madrid a exigir un tren del siglo XXI para nuestra tierra.

Página 3 de 22