Los bonus empresariales han llegado para quedarse, y eso se debe a que en los últimos años han demostrado ser una de las “armas” más poderosas que existen para motivar a los trabajadores.
Pero cuando se trata de sacar lo mejor de los empleados la empresa también debe ofrecer lo mejor de su parte. Un incentivo que no resulta atractivo no conseguirá su objetivo. Por eso es importante elegir bien.
Ventajas de usar incentivos
La experiencia demuestra que el uso de programas de incentivos reporta múltiples ventajas a las empresas que los utilizan. Por un lado, si los usan con su empleados:
Acaban con los conflictos de favoritismo, ya que todos los empleados pueden acceder a ellos si cumplen los objetivos.
Estimulan la productividad.
Crean empleados más felices.
Aumentan la fidelidad hacia la empresa.
Por otro lado, si los usan con clientes externos:
Pueden atraer nuevos clientes.
Ayudan a fidelizar a los clientes que ya trabajan con la empresa.
Sirven como incentivo para promocionar alguno productos o servicios de la empresa.
Los bonos regalo en la estrategia de marketing
Hay mucha formas de utilizar los bonos de vuelos o viajes dentro de la estrategia de marketing de la empresa. Te damos algunas ideas:
Utilizarlo para la venta cruzada de productos. Crea lotes cuyo incentivo sea el regalo de un bono.
Generar comunidad online. Regalar o sortear bonos a través de las redes a los usuarios más activos, puede garantizar el éxito en redes sociales.
Haz remarketing. Si una venta no finalizó, la puedes retomar incentivándola con un bono de regalo.
Los bonos como incentivo para trabajadores
Detrás de la motivación para trabajar está mucho más que el dinero. Las personas necesitan ganar dinero para vivir, pero también quieren saber que su trabajo es útil para otros y que lo están haciendo bien, que son valiosos para la empresa.
Y esto se puede demostrar de mucha formas, no solo con dinero. Uno de los incentivos que mejor funciona son los bonos noches de hotel y/o vuelos.
Gracias a ellos el empleado puede disfrutar de un tiempo libre de calidad y pasarlo además en compañía de quien prefiera.
Ofrecer como recompensa a un empleado que lo ha hecho bien, un vuelo regalo o un bono para que pase un fin de semana en un hotel rural con su pareja, consigue dos cosas. Por un lado que el trabajador esté más motivado, y por otro que germine en él la idea de que la empresa de verdad se preocupa por su bienestar. Esto desemboca en un trabajador mucho más fiel a la empresa y dispuesto a dar lo mejor de sí mismo.
Incentivos personalizados a clientes
Lo bueno de usar los bonos para viajes u hoteles como incentivo es que los mismos se pueden personalizar al máximo.
Si la empresa conoce bien a sus clientes puede darles el bono perfecto en cada momento. Por ejemplo, para un cliente con niños pequeños quizá sea mejor un bono para una estancia en un hotel familiar. Mientras que un cliente soltero puede que prefiera un bono de vuelo a alguna ciudad europea para una escapada de fin de semana.
Este incentivo tiene la gran ventaja de ser muy flexible. Así la empresa tiene la certeza de que siempre va a acertar. Viajar es una de las actividades de ocio favoritas para la mayoría de las personas, por eso estos bonos funcionan tan bien.
Incentivar a clientes y/o trabajadores nunca es un gasto, todo lo contrario, puede ser una muy buena inversión. La clave para que funcionen es escoger la recompensa perfecta.