Los conflictos en las relaciones jurídicas de arrendamiento no son nada extraño ni inusual. Pueden surgir entre el propietario y el inquilino, pero también es posible que haya controversias entre el inquilino y el resto de propietarios de la finca. A la hora de afrontar estos conflictos hay dos vías: la judicial y la extrajudicial. Siendo siempre preferente la primera para ahorrar tiempo y dinero.
Los problemas más habituales en el alquiler
Entre propietario e inquilino:
- Problemas con el pago de la renta.
- Disputas por reformas y reparaciones, al no estar claro cuál de las dos partes debe hacerse cargo de ellas.
Entre inquilino y otros propietarios de la finca:
- Problemas por no respetar las normas de convivencia: hacer mucho ruido, dejar basura en lugares no habilitados, invitar a demasiadas personas a hacer uso de las dotaciones comunitarias, etc.
¿Cómo solucionar los conflictos que surgen en el arrendamiento?
Prevenir los problemas
Lo mejor que se puede hacer es evitar que lleguen a surgir los problemas y, para eso, lo que hace falta es redactar de forma detallada el contrato de alquiler. Que su elaboración y firma no sea un mero trámite, sino que se trate de un documento qué, de verdad, exponga cuáles son los derechos y obligaciones de las partes.
De esta forma, si surge un conflicto, lo primero que se puede hacer es acudir al contrato para resolver las dudas. Este nos dirá cuál es el tiempo y forma pactada para el pago de la renta, o quién debe hacerse cargo de ciertas reparaciones.
Si la vivienda forma parte de una comunidad de vecinos, el propietario debe asegurarse de que su inquilino conoce las normas de convivencia, entregándole una copia de las mismas o comunicándoselas de forma verbal. También se puede incluir una cláusula en el contrato que habilite al dueño de la casa a rescindir el contrato antes de tiempo si el inquilino causa molestias al resto de los vecinos.
La mejor manera de tener un contrato de alquiler que sea realmente efectivo para prevenir y resolver conflictos es dejar su elaboración en manos de especialistas.
Resolución extrajudicial
En caso de que el conflicto llegue a surgir, la primera vía de solución siempre será un diálogo calmado y educado. En este caso, también se puede optar por las comunicaciones por escrito, para que quede constancia de todo lo dicho. Por ejemplo, el inquilino puede remitir un correo electrónico al propietario informándole de que ha aparecido una gotera en el techo de la cocina y necesita que este contacte con su seguro para que alguien pase a revisarlo.
Si el diálogo no funciona, puede ser interesante valorar la intervención de un tercero que sea ajeno al conflicto: un mediador. La mediación es un procedimiento rápido y económico en el que un tercero intenta ayudar a las partes a llegar a un acuerdo.
La otra alternativa extrajudicial es un arbitraje. Aquí el tercero que interviene también es neutral, pero no busca el acuerdo entre el arrendador y el arrendatario, sino que impone directamente una solución que se plasma en un laudo arbitral que es de obligado cumplimiento. De hecho, si el laudo no se cumple, la parte afectada puede acudir a los tribunales a exigir la ejecución del mismo.
Resolución judicial
En caso de que ninguna de las opciones anteriores funcione, lo único que queda por hacer es acudir a la vía judicial, para que sea un juez el que ponga solución a los conflictos entre arrendador y arrendatario.
Aunque es una vía muy eficaz para solucionar problemas, no siempre es la más adecuada, porque supone un mayor coste a nivel económico e implica más tiempo para que todo quede resuelto.
Juzgados y tribunales están sobrecargados de trabajo y un sencillo conflicto entre arrendador y arrendatario podría tardar más de un año en resolverse. Mientras tanto, las partes siguen vinculadas por la relación jurídica de arrendamiento y la situación entre ellas puede agravarse.
Siempre que sea posible, es conveniente resolver los conflictos derivados del arrendamiento de forma extrajudicial, con el correspondiente apoyo de un especialista en Derecho que guíe las negociaciones.
Si necesitas ayuda para resolver dudas o conflictos sobre el arrendamiento, o cualquier otro tema legal, tienes a tu disposición nuestro servicio jurídico.
