El síndrome postvacacional es ya un viejo conocido para los expertos en Relaciones Laborales, pero cuando se trata de autónomos es más correcto hablar de estrés postvacacional. Porque después de unos días de merecido descanso hay que retomar la rutina e incluso puede que haya que hacer frente a tareas atrasadas, lo que afecta al equilibrio emocional.
Un trastorno que existe
Todavía no se ha reconocido a nivel científico que exista el trastorno postvacacional, pero si miras a tu alrededor seguro que ves a más de una persona sufriéndolo. Incluso puede que tú estés pasando por él ahora mismo.
Se padece porque se tiene la sensación de que las vacaciones han pasado muy rápido y tanto el cuerpo como la mente piden más descanso.
En el caso de los autónomos, este síndrome suele presentarse con grandes dosis de estrés. Cada día no trabajado es un día sin facturación, así que en la vuelta al trabajo hay que intentar recuperar lo antes posible el nivel de ingresos anterior a las vacaciones.
Cómo evitar el estrés postvacacional de los autónomos
No te des una paliza de trabajo
Si te quedaron tareas pendientes antes de irte de vacaciones, es posible que a la vuelta quieras terminarlas lo antes posible. Pero a las pendientes debes sumarle las tareas que van apareciendo en el día a día.
La tentación de hacer jornadas maratonianas de trabajo para acabar pronto con el trabajo atrasado siempre está ahí, pero no hay que caer en ella. Porque si lo haces, en un par de días habrás acabado con los efectos beneficiosos que tiene el descanso sobre tu cuerpo y, muy especialmente, sobre tu mente. Así que tómate las cosas con calma.
Planifica las tareas y organiza tu tiempo
En tu vuelta al trabajo, una de las mejores cosas que puedes hacer para evitar el estrés postvacacional es planificar todo lo que tienes pendiente. Ahora que estás descansado, puedes plantearte empezar por aquellas tareas que son más complejas. Si ves que te resulta muy duro, puedes hacer lo contrario y centrarte en primer lugar en las tareas más sencillas y agradables.
No te lleves trabajo a casa
El exceso de horas de trabajo es algo habitual en los autónomos. Con frecuencia, que el profesional no esté en su oficina no quiere decir que no esté atendiendo a su negocio. Si prolongar tu jornada nunca es recomendable, todavía lo es mucho menos nada más volver de vacaciones.
Evita a toda costa llevarte trabajo a casa. Finaliza tu jornada a tu hora y, cuando llegue el momento de salir, procura desconectar tu mente de tu negocio todo lo que te sea posible.
Delega si no te ves capaz de abordarlo todo
Hay ocasiones en las que por mucho que planifiques y te organices resulta totalmente imposible hacer todas las tareas pendientes, lo que puede desencadenar un grave episodio de estrés.
Si a la vuelta de las vacaciones te has dado cuenta de que no puedes con todo lo que tienes pendiente, no lo dudes más y delega. Si no tienes empleados, seguro que puedes encontrar profesionales freelance que se hagan cargo de algunas de tus tareas pendientes.
Aprende a decir “no”
Como autónomo, en cuanto vuelves de vacaciones tienes que hacer frente a mucha presión. Clientes que demandan tus servicios, proveedores que quieren tener una reunión, empleados con problemas…
La vuelta a la rutina debes hacerla de forma progresiva, así que ahora es más necesario que nunca que distingas lo importante de lo urgente y te centres en lo que verdaderamente importa. Para poder hacerlo vas a tener que aprender a decir “no”. Solo así evitarás sobrecargarte de responsabilidades nada más regresar de tus días de descanso.
Aunque muchos ven el estrés postvacacional del autónomo como un lujo, porque la mayoría de los trabajadores por cuenta propia ni siquiera pueden coger vacaciones, lo cierto es que es una situación complicada con la que hay que saber lidiar. Nuestro consejo es que te tomes la vuelta al trabajo con tranquilidad y busques fórmulas para que todo el trabajo vaya saliendo sin que eso suponga que tú dejes totalmente de lado tu vida personal para centrarte en tu vida profesional.