La Agenda 2030 supone un reto para los Poderes Públicos, pero también para los agentes que operan en el mercado, entre ellos los autónomos. Porque el objetivo de esta iniciativa de Naciones Unidas es conseguir un desarrollo que sea sostenible.
La idea es que pymes y autónomos puedan superar los importantes retos que tienen por delante, por ejemplo la digitalización, que sean capaces de desarrollar productos o servicios que les diferencien de su competencia y, además, hacerlo teniendo siempre presente la importancia de cuidar el medio ambiente.
¿Qué es la Agenda 2030?
En 2015, todos los miembros de la ONU aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción formado por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que quieren mejorar la calidad de vida de las personas y el cuidado del planeta.
Se trata de una hoja de ruta que pretende que todos los agentes sociales pongan de su parte para afrontar problemas globales como el cambio climático.
En el caso concreto de los autónomos, es cierto que su actividad suele tener menor huella ambiental que la que lleva a cabo una gran empresa. Sin embargo, no hay que perder de vista que cualquier actividad empresarial o profesional contamina en mayor o menor medida, y hay que intentar reducir el impacto ambiental a todos los niveles.
La Agenda 2030 busca objetivos a nivel de personas (acabar con la pobreza y con el hambre), a nivel de prosperidad, de paz, de participación colectiva y de planeta. Pero ahora mismo los que más nos interesan son los que están relacionados con la protección al planeta, adoptando medidas que ayuden a frenar el cambio climático.
Los autónomos no conocen la Agenda 2030
A pesar de ser un plan a 15 años, lo cierto es que existe un gran desconocimiento entre la población sobre lo que implica la Agenda 2030. Todos hemos visto su logo y su nombre en muchas iniciativas públicas, e incluso a los políticos luciendo su logo a modo de pin, pero pocos saben realmente de qué se trata y qué implica.
Se estima que un 77% de la población no está al tanto de esta iniciativa de las Naciones Unidas. Entre los autónomos, el desconocimiento llega al 70%. Por eso, desde Red Autónomos queremos aportar nuestro pequeño granito de arena y ayudar a los profesionales por cuenta propia a estar al tanto de qué objetivos de sostenibilidad se persiguen a nivel internacional, porque esto les ayudará a tomar decisiones que hagan que su negocio tenga un valor que va más allá de lo económico.
La ventaja de los autónomos
Como comentábamos antes, no todos los negocios impactan en el medio ambiente al mismo nivel. En el caso de los autónomos, sus modelos de negocio suelen ser más sostenibles. Por ejemplo, un profesional que se dedica a la encuadernación artesanal de libros, contamina mucho menos que una imprenta que se ha especializado en hacer libros de texto.
Los autónomos están concienciados
Otro punto a favor de los autónomos es que, aunque muchos de ellos no sepan de qué trata la Agenda 2030, sí están concienciados con la necesidad de cuidar el medio ambiente. Una buena prueba de ello es que cada vez hay más pequeños negocios que apuestan por cuestiones como la economía circular o el consumo de proximidad.
Los profesionales ya están reduciendo su consumo
Aunque sea por la necesidad de ahorrar costes, lo cierto es que muchos autónomos ya están adoptando medidas de ahorro energético, de agua, de reciclaje, utilización de energías renovables, etc.
Con ello, están dando importantes pasos hacia la mejora de la productividad, porque están consiguiendo mantener su nivel de producción, o incluso incrementarlo, utilizando para ello menos recursos.
Queda mucho por hacer
A pesar de las medidas que ya están en marcha, está claro que todavía queda mucho por hacer. Es necesaria una sensibilización de los autónomos con respecto a una producción más sostenible, pero también hay que seguir trabajando con los consumidores, para que entiendan el verdadero valor de comprar productos o contratar servicios de la economía verde.
Si todos ponemos un poco de nuestra parte, conseguiremos dar importantes pasos hacia el desarrollo sostenible. Mejorando con ello nuestra calidad de vida, al descender los niveles de contaminación, y contribuyendo a que nuestro entorno esté mejor cuidado.
