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Si te estás preguntando cómo emprender un negocio, siempre es buena idea tener a mano una guía que te pueda ayudar en aquellos momentos en los que no sabes muy bien cómo continuar. Aunque poner en marcha un proyecto puede parecer algo muy complicado, lo cierto es que una vez que te pones manos a la obra compruebas que no es tan difícil como te parecía en un primer momento. Veamos algunos de los pasos básicos que no deberías saltarte.

Encuentra una idea de negocio

Esto es lo primero que necesitas, saber a qué se va a dedicar tu negocio. Quizá lo descubras casi por casualidad, al ser consciente de que hay una necesidad en el mercado que no está cubierta. Pero también puedes llegar a tu idea a través de un proceso de investigación y análisis de información.

De hecho, aunque tu idea emprendedora llegue casi como una inspiración, debes realizar una tarea de análisis para comprobar si realmente hay sitio en el mercado para un proyecto como el que quieres empezar.

Apunta todas todas ideas, aunque en ese momento te parezcan absurdas, e investiga un poco sobre ellas.

Nunca viene mal obtener información de otras personas, así que no dudes en compartir tus ideas con personas de tu entorno, y también con otros emprendedores.

Escoge un marco legal de actuación

Se trata de decidir cómo vas a actuar en el mercado. ¿Trabajarás como autónomo o crearás una sociedad mercantil?

No hay una opción que sea mejor que otra, todo depende de tus condiciones personales y de las características de tu negocio. Por ejemplo, si tu idea es impartir clases de guitarra, podrías hacerlo tranquilamente como autónomo. Por el contrario, si estás pensando en ponerte al frente de una tienda online, te resultará más interesante crear una Sociedad de Responsabilidad Limitada.

A fin de ahorrar costes y agilizar los trámites para poder empezar cuanto antes su actividad, muchos emprendedores empiezan primero como autónomos y, con el tiempo, constituyen una sociedad mercantil.

Busca y registra el nombre comercial de tu negocio

Elegir el nombre comercial puede llegar a ser más complicado de lo que parece. Procura escoger uno que sea sencillo, corto, fácil de pronunciar y escribir, que se pueda recordar fácilmente. A ser posible, que guarde relación con tu actividad.

Si no lo tienes claro, una buena forma de llegar a un nombre comercial de calidad es a través de una lluvia de ideas. Coge papel y lápiz y dedica 15 minutos a escribir todos los nombres que se te ocurran. Después haz una revisión a fondo y procura quedarte con no más de 10. Sigue revisando hasta quedarte con tres, y de ellos elige uno.

Cuando lo tengas claro, procede a hacer el registro de la empresa en la Oficina Española de Patentes y Marcas (se puede hacer online). Así te aseguras de que el nombre de tu negocio será único y nadie lo podrá copiar. De igual forma, a través del Registro Mercantil puedes saber si la denominación que has elegido ya está en uso. Ten en cuenta que, si el nombre existe y está registrado, tu empresa no podrá llamarse así.

Aprovecha también y compra un dominio web con el nombre de tu empresa. Es una buena manera de asegurarte de que podrás hacer uso de él cuando decidas comenzar tu presencia online.

Infórmate sobre la legislación aplicable

Cada actividad queda sometida a una legislación diferente. Aunque lo más inteligente es contar con el asesoramiento de expertos en la materia, antes de nada debes asegurarte de cuáles son las normas básicas que debes cumplir.

Empieza por resolver tus dudas sobre las licencias y permisos que son necesarios para poder iniciar la actividad.

Elabora un plan de negocio

El plan de negocio es un documento fundamental para el devenir de tu negocio. En él vas a analizar todos los aspectos importantes: harás un estudio de mercado, buscarás información sobre proveedores, calcularás el presupuesto inicial…

El objetivo de este documento es ayudarte a decidir si tu proyecto puede ser o no viable. Además, también será esencial a la hora de buscar financiación y acceder a subvenciones y ayudas públicas, puesto que te lo van a pedir.

Busca financiación

Si has seguido los pasos anteriores, al llegar aquí ya deberías tener una idea clara de cuál es el importe que necesitas para poner en marcha tu proyecto, así que llega el momento de buscar financiación.

Puedes financiarte con medios propios, o incluso pedir dinero prestado a la gente de tu entorno, pero también tienes la opción de un préstamo bancario, buscar socios, o recurrir a alternativas como el crowdfunding. 

Pasa a la acción

Cuando tengas el capital necesario, es hora de pasar a la acción e ir dando los pasos necesarios para convertir lo que has plasmado en tu plan de negocio en una realidad: buscar un local adecuado, decorarlo, comprar el stock, establecer la fecha de apertura, promocionar el negocio, etc.

En menos tiempo del que imaginas, tu proyecto se convertirá en un negocio tangible. Si realizas bien la fase de emprendimiento, especialmente el desarrollo del plan de negocio, tienes muchas posibilidades de alcanzar el éxito.

 

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