Los accidentes laborales y las enfermedades profesionales son algo con lo que tenemos que convivir, pero desde hace unos años existe conciencia de que hay que intentar prevenir los riesgos laborales de los que se derivan. Una buena muestra de la preocupación de los Poderes Públicos por la salud de los trabajadores es la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (PRL), una normativa que muchos emprendedores pasan por alto por pensar que no les afecta.
Cuando estamos ante un autónomo que no tiene empleados, que trabaja por su cuenta y no comparte centro de trabajo con ninguna otra empresa ni realiza trabajos para otro negocio, no existe en estos casos obligación de cumplir la normativa de PRL. Pero la cosa cambia si se trata de un autónomo con empleados.
La PRL en el caso de autónomos con empleados a cargo
A efectos de esta normativa un autónomo con empleados asume las responsabilidades propias de un empresario, lo que implica la obligación de velar por la salud de sus trabajadores, adoptando las medida de prevención de riesgos laborales que sean necesarias.
¿Cómo afronta el autónomo la prevención de riesgos laborales?
Puede asumir él mismo la parte preventiva si tiene menos de seis trabajadores, la actividad la lleva a cabo habitualmente en su centro de trabajo y las actividades que desarrolla no están catalogadas como peligrosas.
Si tiene hasta 500 trabajadores puede designar un equipo de trabajadores que sean los encargados de la PRL, siempre y cuando estén capacitados para ello y dispongan de los medios suficientes.
En negocios de grandes dimensiones es aconsejable contar con un servicio de prevención propio o incluso contratar servicios de prevención ajenos.
Pasos básicos en la prevención de riesgos laborales por parte del autónomo
Lo primero que hay que hacer es evaluar los riesgo existentes y planificar las medidas de protección que se van a establecer frente a cada riesgo.
Además, el autónomo tiene la obligación de formar e informar a sus empleados en materia de PRL, para que estos conozcan los riesgos asociados a su puesto y las medidas que tienen a su disposición para evitarlos.
Es responsabilidad del autónomo dotar a sus empleados de los equipos de protección individual (EPI) que corresponda en cada caso (botas de seguridad, chalecos reflectantes, gafas protectoras, etc.) y asegurarse de que estos los usan. Así como vigilar la salud de sus trabajadores y dejar claro cuál es el procedimiento a seguir en caso de emergencia.
¿Qué ocurre en caso de incumplimiento?
El empresario que teniendo que asumir obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales no lo haga, o no lo haga correctamente, se expone a ser sancionado por la Inspección de Trabajo con multas que pueden llegar a ser de hasta 800.000 €.
La prevención de riesgos laborales no es un tema que pueda tomarse a la ligera. No es solo que si no se adoptan las medidas se pueda recibir una multa, es que el incumplimiento de las obligaciones de PRL puede dar lugar a que los empleados sufran daños en su salud o incluso pierdan la vida.
Más información en nuestro apartado: Prevención de Riesgos Laborales para pymes y autónomos