La prestación por cese de actividad fue una reivindicación histórica para los autónomos que se aprobó en el año 2010 y que era considerada como una medida de protección similar a la prestación de desempleo de los trabajadores por cuenta ajena. Aunque todavía no existen cifras oficiales, los datos señalan que solo 600 autónomos estarían cobrando la prestación por cese de actividad y que durante los primeros seis meses del año se han presentado más de 3.000 solicitudes para recibirla.
Para poder recibir esta prestación los autónomos han tenido que cotizar voluntariamente para ella (a excepción de algunos colectivos) y durante doce meses desde que se aprobó la norma.
Sebastián Reyna, presidente de UPTA, considera que las dificultades a la hora de poder acceder a la prestación son por un lado el trámite previo, ya que implica muchas condiciones y por otro lado, la justificación de las causas del cierre de negocio por motivos económicos. Además, es necesario que los autónomos no deban ninguna cuota a la Seguridad Social en el momento de solicitarla.
La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos considera que es necesario revisar las condiciones de la prestación.