Contratar a una persona no solo implica el gasto que hay que realizar en su salario bruto, también hay que hacer frente al pago de las cotizaciones a la Seguridad Social e incluso a posibles costes extra, como el pago de una asesoría que se encargue de trámites como la elaboración de las nóminas y la gestión de los seguros sociales.
¿Cómo se calcula el salario bruto de un empleado?
Lo primero que hay que tener claro es cuánto se va a pagar a la persona contratada. Este gasto suele suponer un 70% del coste total de tener un empleado.
El salario bruto es el que corresponde a una persona antes de descontar impuestos. Lo más habitual en estos casos es atender a los índices salariales fijados en el convenio colectivo que resulte de aplicación. Son los que determinarán el salario base, es decir, lo que debe cobrar quien ocupa un determinado puesto de trabajo.
También hay que tener en cuenta que el sueldo de un empleado no puede estar nunca por debajo del SMI, aunque se pueden hacer ajustes proporcionales si en lugar de un contrato a jornada completa se hace uno a jornada parcial.
Al sueldo base hay que sumarle el prorrateo de las pagas extra (si es que se abonan de esta manera y no íntegras en verano y diciembre) y los pluses que correspondan según determine el convenio o según se haya negociado con el empleado.
Ya tenemos calculado el sueldo bruto, pero ese no es lo que va a cobrar realmente el trabajador. Este recibirá el salario neto, que es la misma cantidad anterior pero una vez descontado el IRPF y el porcentaje de cotización a la Seguridad Social en concepto de cotización por contingencias comunes, formación y desempleo.
¿Cuál es el coste de la Seguridad Social?
Es el empresario el responsable de dar de alta el empleado en la Seguridad Social y pagar sus cotizaciones, lo cual supone un gasto más.
Las partidas que hay que pagar en concepto de cotización son:
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Contingencias comunes: es el equivalente al 23,60% del sueldo bruto.
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Desempleo: un 5,50% del sueldo bruto para los contratos indefinidos y un 6,70% para los contratos temporales.
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Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales: el porcentaje a cotizar depende de la actividad, pero puede ir desde un 1% a un 6,70%.
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Formación profesional: se cotiza un 0,60%.
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Cotización al Fondo de Garantía Salarial: un 0,20%.
Ejemplo del coste mensual de contratar a un trabajador
- Salario bruto. Tomamos como ejemplo un importe bruto (sin aplicación de impuestos) de 1.500 euros. Al mismo, le corresponden 250 euros por las pagas extra prorrateadas. Así: 1500€ + 250 € = 1.750€ salario bruto mensual
- Coste de la Seguridad Social:
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Contingencias comunes 23.60 % (1750€ * 23,60% = 413 €)
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Tipo general de desempleo para un contrato indefinido 5.5 % (1750 € * 5,5 % = 96,25 €),
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FOGASA (Fondo de Garantía Salarial) 0,20 % (1750 € * 0,20 % = 3,50 €)
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Formación profesional 0,70 % (1750 € * 0,70 % = 12,25 €)
Total: 525€ que se han de sumar al salario bruto mensual. Por tanto, obteniendo 1750 € + 525 € = 2.275 €
¿Cuánto puede costar una asesoría laboral?
Lo normal es que autónomos y emprendedores no sean expertos en recursos humanos ni en normativa laboral, por eso la mayoría de ellos prefieren contar con una asesoría laboral cuando contratan empleados. Así se ahorran preocupaciones y se aseguran que los trámites legales estarán bien hechos.
La asesoría puede encargarse de todo lo relacionado con los empleados: contratación, elaboración de nóminas, cálculo de finiquitos, gestión de ERTEs, etc.
El precio que puede cobrar una entidad de este tipo varía mucho del tipo de servicio contratado, pero lo habitual es que el coste mensual esté entre 40 y 60 euros por trabajador. Desde Red Autónomos, como organización sin ánimo de lucro, ofrecemos el servicio de Asesoría Laboral desde tan solo 8.90€ + iva por trabajador.
Aunque contratar a un empleado no es barato, en la mayoría de los casos ampliar la plantilla del negocio supone aumentar también la rentabilidad del mismo, lo que al final compensa el gasto que hay que hacer.