Se entiende por energías renovables aquellas que proceden de la explotación de recursos inagotables: energía eólica, hidroeléctrica, solar térmica y biomasa.
De manera específica, las ventajas de las energías renovables son:
La energía hidroeléctrica
(proporcionada por mini centrales gestionadas correctamente)
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No genera cambios ni en la cantidad ni en la calidad del agua. La calidad del agua puede aumentar por efecto de la sedimentación y la depuración que se produce a través de los embalses.
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Al no ser una gran infraestructura que inunda importantes extensiones de tierra, aumentando y reduciendo el caudal en el rio, no produce grandes cambios en la fauna avícola ni piscícola, ni en la flora. Tampoco tiene porqué producir traslados de núcleos habitados. El impacto visual es reducido por su reducido tamaño.
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Disminuyen las inundaciones y contribuyen al abastecimiento de agua en épocas de sequía.
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Una mini central (5 MW) puede producir energía eléctrica para 5300 familias y reducir la contaminación de CO2 en 16.222 tm/año y de SO2 (óxido de azufre, principal causante de la lluvia ácida) en 111 tm/año.
La energía eólica
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No altera el recurso utilizado (el viento) ni el entorno de la explotación cuando ha finalizado la utilización de la planta eólica y se retiran los molinos (el impacto en las especies avícolas no está debidamente demostrado). Pero sí supone un cambio paisajístico importante durante la vida de la planta eólica y sí genera ruido.
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Una planta eólica (10 MW) puede producir energía eléctrica para 11.000 familias y reducir la contaminación de CO2 en 28.450 tm/año y de SO2 en 195 tm/año.
La energía solar térmica:
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Es la energía más medioambiental porque no afecta ni a la calidad del agua, ni del aire, ni emite ruido, ni afecta al suelo porque el impacto medioambiental producido durante su instalación desaparece durante su explotación. El impacto visual es a ras de suelo y no afecta al paisaje más que cualquier superficie de invernaderos.
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2m2 de instalación reducen la contaminación de CO2 en 1 tm al año.
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Representa un desarrollo sostenible y estratégico (desde el punto de vista del abastecimiento de energía) porque las instalaciones solares son autónomas y descentralizadas.
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Proporciona una alta rentabilidad frente a otras formas convencionales de generación eléctrica: una reducción de consumo de combustible entre el 40 y el 60% y unos gastos de gestión y mantenimiento que suponen el 10% (máximo) del beneficio obtenido por el ahorro de combustible.
El gran inconveniente de la energía solar térmica es el alto coste de instalación (que debe adelantarse antes de recibir rendimientos) junto con la insuficiente técnica de almacenamiento de energía y de calidad y eficiencia de los materiales. A esta barrera inicial se une una normativa insuficiente y unos programas de desarrollo y subvención rígidos e inestables que frenan la inversión.
La biomasa
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La emisión de CO2 a la atmosfera está contrarrestada por la generación de materia vegetal previa, por lo que no contribuye al efecto invernadero. La emisión de dióxido de azufre es inferior al 0,1%, por lo que tampoco contribuye a generación de lluvia ácida.
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La tecnología de digestión anaeróbica, utilizada para tratar los residuos húmedos resultantes de la combustión, reduce olores, elimina agentes y gérmenes del vertido y produce un fango residual utilizado en la agricultura como fertilizante.
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Reduce la dependencia energética de un país, al diversificar el combustible que se adquiere del extranjero, y crea puestos de trabajo en las poblaciones rurales.
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Evita la erosión y degradación del suelo al no utilizar tierras destinadas al cultivo de alimentos.
El gran inconveniente de la biomasa es que los rendimientos obtenidos por la combustión de este recurso son inferiores a los obtenidos por la combustión convencional (fósil, líquido, gaseoso): necesita más recursos para conseguir la misma cantidad de energía, lo que implica también un mayor almacenamiento de materia prima, un sistema de alimentación de combustible más complejo y un mayor coste de operación y mantenimiento; suele ser necesario eliminar la humedad de la biomasa mediante secado previo; y los canales de distribución no están muy desarrollados. La rentabilidad de la biomasa procede del precio de la materia prima, mucho más barata que el resto de combustibles.