Para alcanzar el éxito, el autónomo debe ser muy bueno en su actividad. Pero no basta con hacerlo bien, porque antes hay que conseguir clientes, y es entonces cuando cobran importancia las habilidades comerciales.
Buena parte del tiempo de trabajo del profesional está dedicado a la captación de nuevos clientes y a la fidelización de aquellos que ya tiene. Para ello cuenta con las habilidades comerciales, que son aquellas que le permiten completar tareas de carácter comercial, dar a conocer su negocio y vender sus productos o servicios.
¿Qué habilidades comerciales necesita desarrollar un autónomo?
Marketing y comercialización
Engloba todas esas actividades que consiguen darle más visibilidad al negocio. Esto puede incluir desde la gestión de la imagen profesional en redes sociales hasta el posicionamiento SEO de la página web, pasando por la gestión de un blog, la publicidad offline, etc.
Ventas
Marketing y ventas son cosas diferentes. Con el marketing se quiere atraer al público potencial, mientras que las ventas buscan conseguir un cliente real.
Para aumentar el volumen de ventas es necesario tener habilidades comerciales blandas y duras. Saber en qué momento del proceso de compra se encuentra el cliente y darle justo lo que necesita para que siga avanzando en el mismo. Si quieres mejorar en este campo, puedes apuntarte a nuestro curso de habilidades comerciales gratuito para autónomos.
Servicio al cliente
La atención recibida por el cliente es vital para que este decida repetir su compra en el futuro. La relación profesional-cliente no acaba una vez entregado el producto o ofrecido el servicio, hay que ser capaz de dar una buena atención a aquellos consumidores que no se sientan del todo conformes con lo que han comprado.
Además, este proceso permite obtener feedback y saber qué es lo que no se está haciendo bien. Una buena atención al cliente es también una forma de mejorar el negocio a nivel general, adaptándolo a lo que demanda el mercado.
La importancia de la estrategia
Marketing, ventas y atención al cliente son cosas diferentes, pero deben formar parte de la estrategia de comercialización desarrollada por el autónomo. Porque es imprescindible planificar cómo se va a actuar en cada etapa y qué acciones se van a llevar a cabo.
La estrategia servirá de guía para saber lo que hacer en cada momento. Si algo no funciona, siempre hay tiempo de cambiarlo, aunque mejor hacerlo lo antes posible. Al final, el autónomo tiene un conjunto de buenas prácticas que le ayudan a vender más productos o servicios con menos esfuerzo y garantizando la satisfacción del cliente.
¿Cómo desarrollar actividades comerciales?
Método de ensayo y error
Este método tan utilizado en el campo científico también puede servir para la comercialización. El autónomo puede ir probando diferentes cosas y observando si funcionan bien o no. La monitorización y el análisis de los resultados se vuelven básicos para saber si se está cerca de alcanzar los objetivos fijados.
Formarse
Aunque el método de ensayo y error es práctico, lo mejor es ir a lo seguro y comenzar con una buena formación. Un curso de habilidades comerciales le permite al autónomo hacer una aproximación más en profundidad a las técnicas de marketing, ventas y la atención al cliente.
Así, cuando llegue la hora de poner en práctica su estrategia y empezar a probar cosas, sabrá qué debe hacer exactamente en cada momento, lo que conseguirá que alcance sus metas en menos tiempo.
Buscar patrones
Una vez que el profesional entra de lleno en el campo de las habilidades comerciales, inicia también un proceso de mejora continua. Debe ir complementando las cosas básicas que ya sabe con nuevas técnicas que van apareciendo con el paso del tiempo.
Para ello le vendrá bien observar qué hacen los demás e intentar detectar patrones de éxito. No se trata de copiar aquello que hace la competencia y que se sabe que le funciona, sino de ir un paso más allá y conseguir hacerlo mejor.
Habilidades complementarias de las comerciales
Conseguir vender más productos o servicios no es cuestión solo de habilidades comerciales, ya que estas deben combinarse con otras. Así, el autónomo debe ser un especialista en gestión del tiempo, puesto que tiene que organizar su jornada de manera que le quede tiempo para dedicarse a las labores de marketing y ventas.
También debe tener mucha determinación y no dejarse vencer por la adversidad. Es posible que después de invertir mucho tiempo y esfuerzo en una estrategia de comercialización esta no dé los frutos esperados. Si es así, no hay que rendirse, hay que seguir trabajando hasta conseguir buenos resultados.
Además, hay que desarrollar la creatividad para poder diferenciarse de la competencia y hay que tener un cierto margen de flexibilidad para hacer cambios en la estrategia si estos fueran necesarios.
Desarrollar habilidades comerciales es un buen primer paso para conseguir los objetivos de ventas. La formación, unida después a la práctica, va dando lugar a que el profesional depure cada vez más sus capacidades y se convierta en un auténtico experto capaz de vender todo tipo de productos o servicios.