La transformación digital nos está dejando avances que hacen la gestión de los negocios mucho más sencilla, tanto para los autónomos como para las pymes y también para las grandes empresas. Buena prueba de ello es que cada vez son más los que se animan a empezar a implementar mejoras y a automatizar procesos a través de la facturación en la nube.
La contabilidad en la era digital
La tecnología aplicada a la gestión empresarial ha avanzado mucho en poco tiempo. El software especializado está a la orden del día en todo tipo de negocios, porque gracias a él se pueden automatizar procesos y dedicar el talento humano a actividades de mayor valor agregado.
La contabilidad es una actividad esencial en cualquier negocio, pero también es una tarea que puede resultar tediosa y repetitiva. Por eso, la mejor solución es empezar a facturar en la nube.
Con este sistema, cualquier persona con autorización para acceder a la contabilidad de la empresa puede operar con las facturas desde cualquier lugar y en cualquier momento. Es más, el resto de usuarios verán los cambios que se han producido en tiempo real, lo que reduce la posibilidad de que haya errores.
¿Qué es la facturación en la nube?
Esta nueva forma de facturación electrónica permite crear y gestionar las facturas desde una plataforma digital, sin necesidad de tener que instalar nada en el ordenador.
Se accede al software especializado desde cualquier dispositivo y desde él se puede operar con las facturas. Estas quedan guardadas en la nube y, por tanto, se puede acceder a los documentos siempre que sea necesario.
Ventajas de facturar en la nube
Se ahorra espacio en los dispositivos de la empresa
La primera gran ventaja es que no hay que instalar ningún programa en los equipos informáticos, lo que ayuda a ahorrar espacio y consigue que los dispositivos trabajen de forma más rápida.
Agiliza el teletrabajo
Cualquier trabajador con acceso al área de contabilidad puede acceder al sistema de facturación en la nube y hacer su trabajo, aunque no esté en la oficina. Esto hace mucho más sencillo y más seguro el trabajo remoto.
Los datos se actualizan en tiempo real
En contabilidad es fundamental contar con datos que estén actualizados. Pero al usar los sistemas tradicionales de facturación no siempre se garantiza que todo el mundo esté trabajando con la versión más actual de la información.
Con el sistema en la nube esto no pasa, porque los cambios se realizan de forma automática en cuanto se producen. Esto quiere decir que todos los empleados van a trabajar siempre con datos reales.
Ahorra espacio
Facturando al estilo tradicional hay que guardar una copia de las facturas, ya sea en su versión en papel o en un archivo digital. Así que hace falta espacio físico o digital para guardarlas.
Con la facturación de última generación esto se soluciona, porque todas las facturas quedan guardadas directamente en la nube y no consumen espacio ni a nivel físico en la oficina ni a nivel digital en los dispositivos.
Es más seguro
La nube es un entorno seguro y fiable para trabajar y almacenar cosas. De hecho, tiene más seguridad que cualquier ordenador. En consecuencia, los datos reflejados en la facturación están mucho más protegidos.
La facturación en la nube permite automatizar procesos, ahorrando tiempo y dinero y mejorando la seguridad. Consigue que la gestión de la contabilidad sea mucho más sencilla, contribuyendo con ello a un mejor funcionamiento del negocio. Con todas estas ventajas, no es de extrañar que cada vez más empresas y profesionales se animen a probarla.