Por supuesto, de poco sirve disponer de una correcta adaptación del espacio de trabajo si los trabajadores no están convenientemente informados, por ejemplo no sabiendo la forma en que los elementos se distribuyen o adoptando malos hábitos de trabajo.
Una de las cosas más importantes en el entorno de trabajo es la gestión de riesgos laborales. Un estudio detallado del diseño de mobiliario y de los factores ambientales permitirá minimizar los riesgos ergonómicos del trabajo en las oficinas.
Por supuesto, de poco sirve disponer de una correcta adaptación del espacio de trabajo si los trabajadores no están convenientemente informados, por ejemplo no sabiendo la forma en que los elementos se distribuyen o adoptando malos hábitos de trabajo.
Uno de los principales riesgos ergonómicos asociados al trabajo tienen que ver con la postura. Este tema es uno de los más importantes puesto que puede afectar de manera considerable produciendo incomodidad en el trabajador, molestias y lesiones musculares o trastornos circulatorios.
Algunos consejos para evitar riesgos relacionados con la postura son:
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El entorno de trabajo debe ser lo suficientemente amplio como para no tener que adoptar posturas antinaturales. Sería conveniente dejar el perímetro de la mesa para aprovechar.
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Con respecto a la altura de trabajo, es necesario fijarla de forma que permita mantener el brazo en posición horizontal o ligeramente hacia abajo.
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Debe existir suficiente espacio debajo de la mesa para poder colocar cómodamente las piernas y que el movimiento no se encuentre limitado.
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Contar con un silla adecuada también es fundamental. Tener un asiento estable que pueda garantizar una postura cómoda, un respaldo con altura mínima hasta la parte media de la espalda, reposabrazos anchos y de un material no muy rígido y utilizar reposapiés en el caso de no alcanzar con lo pies el suelo, son algunos de los consejos en relación a la silla de trabajo.