El factoring es un servicio de anticipo de facturas mediante la venta a plazos, mientras que el confirming es una herramienta para facilitar el pago a los proveedores.
Factoring
Factoring es la cesión de los cobros a clientes de una empresa a una entidad financiera o entidad factor a cambio de una porcentaje, que suele oscilar entre el 0,05% y el 2% del total de las facturas cedidas. Permite, además, adelantar el importe de los créditos debidos por los clientes (estas operaciones de adelanto están sujetas a intereses añadidos).
El factoring se formaliza mediante un contrato con la entidad, la cual asume el cobro de la cartera de clientes y establece el porcentaje de comisión según el número de los mismos, su ubicación geográfica, su riesgo de impago, etc. Las condiciones de pago establecidas entre la empresa y los clientes se suelen mantener.
Principales ventajas del factoring
-
Permite anticipar el cobro de ventas hechas a 30 o 60 días (antes de que el cliente pague). Por lo que se convierte también en una fuente de tesorería (circulante).
-
Si el contrato de factoring realizado con la entidad financiera o factor es “con recurso”, la misma asume los riesgos de cobro garantizando a la empresa, que ha contratado el servicio, el pago de todas las facturas cedidas.
-
Ahorra tiempo de gestión, y los gastos derivados de la misma, porque permite obtener informes precisos de la entidad bancaria o factor; y porque simplifica la contabilidad al convertirse la entidad (en virtud del contrato de factoring) en el único cliente del negocio.
Inconvenientes del factoring
-
Se reducen los beneficios al tener que incluir el coste del factoring.
-
El interés aplicado a estas operaciones suele ser superior al interés aplicado en el “descuento comercial” convencional.
-
No todos los clientes son aceptados por la entidad bancaria o factor, con lo que puede ocurrir que aquellos de mayor riesgo de impago, precisamente los que más le interesa a la empresa y por los que se ha decidido a contratar el servicio, corran al final (su cobro) por la cuenta de la misma.
-
No es válido para las ventas realizadas sobre productos frescos o perecederos, ni para aquellas que se realizan a 180 días.
-
La relación con los clientes se puede ver perjudicada al no poder negociar directamente con ellos posibles problemas de pago. Para solucionar este problema, existe la opción de mantener oculto el contrato de factoring a los clientes. Este punto se debe establecer en el momento de formalizar el mismo.
Confirming
Confirming es la cesión de los pagos a proveedores de una empresa a una entidad financiera. Permite adelantar el pago a los proveedores y supone, para estos, una garantía de cobro que beneficia y facilita las relaciones comerciales.
Es un servicio ofrecido por muchos bancos y cajas que se materializa en un contrato de confirming, previo pago de una fianza establecida en función del número de proveedores cedidos.
Principales ventajas del confirming
-
La empresa sigue manteniendo la decisión del pago.
-
Permite adelantar el abono a los proveedores, eliminando los riegos de impago y ofreciendo a los mismos una línea de financiación (circulante) extra.
-
Mejora notablemente la gestión de proveedores, sobre todo para aquellas empresas que tienen muchos o complejos sistemas de pago, al evitar incidencias en las domiciliaciones de los recibos; reducir el número de llamadas destinadas al seguimiento del pago de las facturas; reducir la comprobación de cuentas bancarias para ratificar los cargos derivados de letras, pagares o cheques; y al ofrecer informes muy útiles para la gestión de compras.
-
Reduce el coste asociado a la emisión de pagarés o cheques y a la utilización de letras de cambio. Para el proveedor también supone reducir esos costes al recibir los pagos mediante traspasos o transferencias bancarias.
Inconvenientes del confirming
-
La empresa, en virtud del contrato de confirming, se ve obligada a trabajar, en una parte muy importante de su negocio, con un solo banco o caja, lo que limita sus posibilidades de negociación con las entidades financieras.
-
Para el proveedor supone una merma en la capacidad de negociación con el cliente.