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Lo habitual es que las lesiones y las enfermedades se acaben curando, pero hay casos en que no es así. La pervivencia de las secuelas de una lesión, o la presencia de una enfermedad incurable, pueden hacer que una persona deje de ser apta para trabajar, surgiendo así situaciones como la de la incapacidad permanente total.

¿En qué consiste la incapacidad permanente total?

La incapacidad permanente es la situación administrativa en la que está una persona (trabajador en activo) que ha quedado invalidado para poder seguir ejerciendo una actividad laboral. Sin importar si el accidente o la enfermedad que le han provocado esta situación tienen la consideración de contingencia común o profesional.

En el caso de la incapacidad permanente total, es aquella que se reconoce al trabajador que ha quedado totalmente inhabilitado para la realización de las tareas y labores fundamentales de su profesión habitual, aunque puede dedicarse a otra cosa.

No existe un listado concreto de enfermedades o lesiones que puedan dar lugar a un tipo u otro de incapacidad permanente, de ahí la necesidad de que cada caso sea analizado de forma detallada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).

Como ejemplo, podemos mencionar el del repartidor que ha sufrido una disminución del 40% de la capacidad pulmonar tras un grave episodio de Covid-19. Dado que su trabajo implica que tiene que moverse de forma continua, e incluso cargar con peso, es probable que se le reconozca una incapacidad permanente total. En virtud de esta, no podrá trabajar más como repartidor, pero sí podría hacer otros trabajos que no requieran tanto esfuerzo, como trabajar de administrativo en una oficina.

¿Cuándo se puede solicitar?

Para poder solicitar una incapacidad permanente total primero hay que agotar el tiempo máximo de baja previsto en la normativa de la Seguridad Social. 

Los trabajadores pueden estar de baja por la misma causa un máximo de 12 meses. Agotado ese plazo, si se prevé que puede darse una próxima recuperación, se puede alargar la baja hasta 6 meses más. Consumido el tiempo máximo de baja por incapacidad temporal, si la persona no está en condiciones de volver a trabajar, deberá solicitar una incapacidad permanente.

Además, es necesario que el afectado tenga menos de 65 años, ya que si cumple los requisitos para acceder a jubilación contributiva accederá directamente a esta y no a una prestación por incapacidad permanente.

El trámite de solicitud de la incapacidad puede hacerlo directamente el médico de cabecera, o el propio paciente. Aunque también hay casos en los que lo inicia de oficio el INSS. En cualquier caso, el afectado debe presentar la documentación relativa a su enfermedad y lesión y los tratamientos que ha recibido.

El paciente será citado para pasar por un tribunal médico que examinará su situación y, después, decidirá si concede o no la incapacitación.

Requisitos para poder acceder a la incapacidad permanente total

Como hemos señalado antes, para poder acceder a esta prestación es necesario:

  • Haber agotado el tiempo máximo de incapacidad temporal.
  • Tener menos de 65 años.
  • Estar de alta o en situación de asimilado al alta en la Seguridad Social.

Si la baja trae causa de una enfermedad común, si el trabajador es menor de 31 años en la fecha del hecho causante, tiene que haber cotizado un tercio del tiempo que haya transcurrido entre que cumplió los 16 años y la fecha de su baja.

Si supera los 31 años, se exige una cotización mínima del cuarto de tiempo que haya transcurrido entre sus 20 años y la fecha del hecho causante, con un mínimo de cinco años. Además, es necesario que una quinta parte de ese período de cotización mínimo exigible se haya producido en los 10 años inmediatamente anteriores al momento de causar la prestación, o a la fecha de cese de la obligación de cotizar.

En los supuestos de enfermedades laborales y accidentes, sean o no laborales, no se exige un tiempo mínimo de cotización para poder acceder a esta prestación.

Cuando hay una lesión o una enfermedad que impide volver a desarrollar la profesión habitual, para el trabajador es fundamental acceder a una prestación por incapacidad permanente total que le asegure unos ingresos mensuales que le permitan llevar una vida digna. ¿Necesita ayuda con este u otros procedimientos de incapacidad? En Campmany Abogados estamos a su disposición.