Igual que dos personas pueden hacerse socias y trabajar conjuntamente en un mismo proyecto, las personas jurídicas también pueden hacerlo. Es a esta unión entre empresas a lo que se denomina fusión, una figura jurídica que tiene sus ventajas y sus inconvenientes pero que, en todo caso, conviene conocer en profundidad.
¿Qué es una fusión empresarial?
Es un negocio jurídico en el que dos empresas se unen para dar lugar a una única entidad. Las empresas que se fusionan desaparecen y de esa unión nace una nueva persona jurídica.
Los socios mantienen su condición, pero no se produce en este caso una liquidación de los bienes, sino que el patrimonio de las empresas fusionadas pasa directamente a convertirse en el patrimonio de la nueva empresa. A cambio, lo que reciben los socios son acciones de esa entidad recién creada.
Tipos de fusión
No todas las fusiones que se producen son iguales. La fusión pura es aquella que coincide exactamente con la definición que acabamos de dar. Es decir, la unión de dos o más empresas para formar una sola. Pero también está la fusión por absorción, en la que solo desaparece una de las empresas, que es absorbida por otra.
También hay que tener en cuenta si esta operación supone cambios con respecto al sector de actividad, la administración interna o la cuota de mercado. En este sentido se puede hablar de:
Fusión horizontal: unión de dos o más empresas que trabajan en un mismo mercado y se unen para aprovechar las economías de escala.
Fusión vertical: implica una diversificación del negocio hacia delante o hacia atrás.
Conglomerado: es la unión de varias empresas que comparten funciones de administración.
Ventajas de la fusión
Las empresas suelen centrarse mucho en un determinado nicho para ganar ventaja competitiva en el mismo, pero esto supone a la vez cerrarse puertas a nuevas posibilidades de obtener rentabilidad. Con la fusión se vuelve más sencillo diversificar el mercado.
Lo normal es que cada empresa tenga su propio público, lo que implica que al fusionarse la entidad resultante tiene un público objetivo mucho más amplio, que es la suma de los clientes potenciales y reales de las empresas que existían anteriormente.
La consecuencia directa de lo anterior es que los ingresos aumentan.
Las fusiones buscan aumento de la rentabilidad mediante el incremento del volumen de ventas, pero también tienen especial intereses en las sinergias, que permiten una reducción de costos en todos los procesos internos.
De esas sinergias nace una persona jurídica que es mucho más fuerte y competitiva que las empresas de las que ha surgido, lo que le permite hacer frente en mejores condiciones a los riesgos de mercado.
Inconvenientes de la fusión
Las empresas trabajan de forma diferente, por lo que unir procesos y tecnologías puede llegar a ser bastante complejo. Lo normal es buscar una fórmula intermedia entre lo que venía haciendo una compañía y lo que hacía la otra.
La unión de dos empresas diferentes supone el choque de dos culturas empresariales que pueden no tener demasiado que ver, lo que da lugar a un necesario período de adaptación que puede ser más o menos largo.
La fusión es un proceso largo y complejo, pero mientras se lleva a cabo la empresa resultante de esta operación debe seguir produciendo con la máxima normalidad posible. Sin embargo, es normal que al principio los resultados obtenidos no sean del todo los esperados.
El proceso de fusión puede resultar todo un éxito, pero es complejo y suele alargarse en el tiempo, así que las partes implicadas deben ponerlo todo de su parte para conseguir que esa integración entre empresas sea lo más rápida posible. Para ello, tiene un papel fundamental el acuerdo de fusión que se haya alcanzado previamente.
